El síndrome de von Hippel-Lindau, o VHL, es uno de los 7.000 trastornos hereditarios conocidos. Su manifestación principal es la aparición de tumores en distintos órganos, generalmente debido al crecimiento anormal de vasos sanguíneos en ciertas zonas del cuerpo, densamente vascularizadas.
Si bien los vasos sanguíneos normalmente se ramifican como un árbol, en las personas con la enfermedad de VHL pueden aparecer pequeños “nudos” de capilares sanguíneos en la retina, médula espinal o cerebro. Estos “nudos” se llaman angiomas o hemangioblastomas. En otras partes del cuerpo los tumores VHL tienen otras denominaciones.
Estos tumores pueden causar problemas por sí mismos, o bien por lo que ocurre alrededor de ellos. Por esta razón, su equipo médico debe vigilarlos cuidadosamente y controlar su evolución con frecuencia.
El VHL es distinto en cada paciente. Aun dentro de una misma familia, las personas afectadas pueden presentar una o varias manifestaciones de VHL. Puesto que es imposible predecir con exactitud cómo se revelará la enfermedad en cada cual, es imprescindible que toda persona afectada se practique exámenes y se vigile de cerca durante toda la vida.
El doctor Eugen von Hippel, oftalmólogo alemán, describió por primera vez los angiomas oculares en 1895; normalmente su nombre se asocia a las manifestaciones de VHL en la retina.
El doctor Arvid Lindau, patólogo sueco, describió por primera vez los angiomas en el cerebelo y la médula espinal en 1926. Su descripción incluyó una recopilación sistemática de todos los casos de pacientes que se habian publicado hasta el momento, incluidos los que había descrito von Hippel, pero añadiendo, además, descripción de alteraciones en diversos órganos abdominales. Ahora sabemos que ambos profesionales se referían a diversos aspectos de una misma enfermedad.
La enfermedad de von Hippel-Lindau (VHL) se diferencia de otras enfermedades en que no presenta un único síntoma principal, en que no aparece exclusivamente en un órgano del cuerpo y en que la edad de aparición varía enormemente. En general, la enfermedad es hereditaria, pero los problemas de salud de las personas afectadas son tan variados que la causa común puede no ser reconocida. Además, la aparición y gravedad de la enfermedad puede variar mucho, y existir dentro de una familia individuos que estén afectados levemente, mientras que otros pueden tener manifestaciones más graves.
Con revisiones frecuentes, detección precoz y tratamiento adecuado, los efectos perjudiciales de la enfermedad de von Hippel-Lindau pueden atenuarse significativamente e incluso prevenirse por completo.
Los investigadores descubren, además, que aparece un número importante de casos nuevos. Cerca del 20 por ciento de las familias examinadas en el planeta corresponde al primer caso de VHL en un grupo familiar. No entendemos aún por qué ocurre esto pero subraya la importancia de la necesidad de un cuidadoso diagnóstico diferencial en todos los individuos, no sólo en las familias con posibilidad de tener VHL.
Angiomas, hemangioblastomas, quistes y tumoresLos angiomas pueden aparecer en distintas partes del cuerpo. Los angiomas del cerebro o de la médula espinal se llaman hemangioblastomas. La presión que el angioma ejerce debido a su tamaño puede causar síntomas. Al presionar sobre los nervios o el tejido cerebral adyacente pueden causar síntomas como dolores de cabeza, problemas de equilibrio al andar, o debilidad en brazos y piernas.
Si el angioma crece, las paredes de los vasos sanguíneos pueden debilitarse y provocar el que cierta cantidad de sangre se filtre o gotee a los tejidos circundantes pudiendo entonces producir síntomas. Así, por ejemplo, la sangre o fluido que se filtra de la retina puede interferir con la vista. La detección precoz de estos angiomas, los chequeos oculares frecuentes y el tratamiento adecuado, permitirán mantener una visión sana.
Quistes pueden agruparse en torno de los angiomas. Estos quistes son “sacos” llenos de fluido que pueden producir síntomas al ejercer presión o bloquear conductos naturales.
Algunos pacientes varones presentan tumores en el escroto. Estos tumores son casi siempre benignos, pero deben ser vigilados por un urólogo. Análogamente, las mujeres pueden tener quistes benignos en sus órganos reproductivos, que deben ser vigilados atentamente.
Quistes y tumores pueden aparecer en el riñón, páncreas y glándulas adrenales. Con frecuencia, los quistes que se desarrollan en estos órganos no causan síntomas, pero deben ser vigilados por si se producen cambios. Un signo de tumores adrenales puede ser la tensión arterial alta. Algunos de estos tumores son benignos, pero otros son cancerosos. La detección precoz de los tumores y el cuidadoso seguimiento de su evolución son particularmente importantes en estos órganos. Este seguimiento generalmente requiere que se lleven a cabo, con periodicidad anual, una o varias de las siguientes pruebas: ecografía, resonancia magnética nuclear (RMN o MRI) y tomografía también conocida como TAC o escáner.
¿Que es el cáncer?La palabra “cáncer” puede ser temible. Las familias deben saber que el cáncer ocurre con el VHL. Sin embargo, manteniendo una vigilancia y un tratamiento adecuados, las peores posibilidades de cáncer pueden no acontecer jamás.
La palabra cáncer no define a una enfermedad única: agrupa más de 100 enfermedades diferentes. Aunque todas estas dolencias se distinguen unas de otras en muchos aspectos, todas ellas tienen en común el ser una enfermedad de un tipo determinado de células del cuerpo. Igualmente, el cáncer que aparece con la enfermedad de VHL se limita a unos pocos tipos de células.
Normalmente, las células que constituyen los tejidos del cuerpo crecen, se dividen y van reemplazándose conforme mueren, de manera organizada. Este proceso mantiene el cuerpo saludable y en equilibrio. Sin embargo, puede ocurrir que las células normales pierdan la capacidad de limitar y controlar su crecimiento; se dividen demasiado rápido y sin orden. Se produce exceso de tejido y empiezan a formarse tumores. Los tumores pueden ser benignos o malignos.
- Los tumores benignos, como los tumores que aparecen en el encéfalo, la médula espinal y la retina, no son cánceres.
- Los tumores malignos son cáncer. Pueden invadir y destruír los tejidos y órganos sanos de alrededor. Las células cancerosas pueden dispersarse y formar metástasis en otras partes del cuerpo, originando nuevos tumores.
Puesto que el VHL puede causar tumores malignos en los sistemas orgánicos viscerales, se incluye la enfermedad de von Hippel-Lindau en el grupo de cánceres familiares, transmitidos genéticamente. La tarea es hallar precozmente los tumores, y si hay indicios de que alguno empieza a comportarse de manera agresiva, extraerlo antes de que invada otros tejidos. Como estos tumores están adentro del cuerpo se precisan técnicas de imágenes médicas para hallarlos y vigilarlos.
No todos los tumores necesitan ser extirpados cuando se detectan. Una de las cuestiones que están siendo investigadas en la actualidad es cuándo un tumor se vuelve preocupante y debe ser intervenido. Compartiendo sus propias experiencias, usted y su familia pueden ayudar a que este tipo de estudios avance y a que los investigadores sepan hasta cuándo y con qué certeza los tumores pueden ser vigilados sin necesidad de intervenir. Para ello, por favor pónganse en contacto con la Alianza de las Familias con VHL.
¿Cómo se contrae la enfermedad de VHL?Una alteración en el llamado ‘gen de VHL’ causa la enfermedad de von Hippel-Lindau. Este gen puede ser transmitido genéticamente, siguiendo un patrón de herencia dominante. Cada hijo/a recibe un gen, de cada par, de su padre y de su madre. Si uno de los padres tiene un gen normal y el otro alterado (mutado), el hijo tiene un cincuenta por ciento de posibilidades de heredar el gen alterado. Según el patrón de herencia dominante, basta con tener un gen alterado para desarrollar la enfermedad. Así, un padre afectado (que, por tanto, posee un gen mutado y otro normal) puede transmitir el gen mutado a la mitad de sus hijos, quienes a su vez desarrollarán la enfermedad a pesar de tener el otro gen normal. Además de dominante, la enfermedad de VHL es ‘autosómica’, lo que significa que no se limita a un sexo u otro: hombres y mujeres pueden padecerlo.
Fuente: www.vhl.org