Los expertos recomiendan evaluar a los niños desde un enfoque multidisciplinar.
Aunque a priori parezca un contrasentido, los niños con sordera podrían beneficiarse mucho de una visita al oftalmólogo. Según los resultados de un reciente trabajo, un 20% de los pequeños con pérdidas de audición neurosensitivas –las que se deben a un daño en los nervios del oído interno- presenta también problemas de visión.
"Al igual que el oído, la visión representa un papel principal a la hora de obtener información del entorno. Por esa razón, es importante asegurarse de que la función visual es óptima es aquellos niños con sordera, especialmente en sus primeros años de vida, cuando se producen muchísimos procesos básicos del desarrollo", comentan los autores de este estudio que aparece en las páginas de la revista 'Archives of Otolaryngology-Head & Neck Surgery'.
Dirigidos por Arun Sharma, de la Universidad de Washington (Seattle, EEUU), este equipo de investigadores realizó un seguimiento a 226 pacientes diagnosticados con pérdidas de audición neurosensoriales de diferente intensidad.
Tras realizar una revisión oftalmológica, estos científicos comprobaron que 49 de estos enfermos –un 21,7% de la muestra- presentaban algún tipo de problema de visión. En concreto, 23 sufrían trastornos derivados de errores de refracción, como miopía, hipermetropía o astigmatismo. El resto padecían problemas no refractarios, como el estrabismo.
Según los autores, esta prevalencia de problemas oculares entre los niños sordos es significativamente más alta que la se da en pequeños sanos, si bien no parece estar relacionada con las mutaciones genéticas asociadas a las pérdidas de audición neurosensoriales ya identificadas.
Enfoque multidisciplinar
"Un enfoque multidisciplinar es importante para evaluar y tratar a niños con pérdidas de audición neurosensoriales y asegurarse de que se tienen en cuenta sus necesidades médicas, educativas y sociales”, señalan los autores en su trabajo, quienes remarcan que, en la mayoría de los casos, una simple visita al oftalmólogo permite solucionar problemas de visión de otro modo muy graves.
Por otro lado, estos expertos también subrayan que las evaluaciones oftalmológicas pueden ser útiles para encontrar la causa exacta de las pérdidas de audición ya que, en algunos casos no muy comunes, éstas se deben a síndromes, como el de Waardenburg, que llevan asociados trastornos visuales.
"Recomendamos que todos los niños con pérdidas de audición neurosensoriales se sometan a exámenes oftalmológicos rutinarios", concluyen.
Agradecemos a Viviana Manso Ascárate por hacernos llegar esta información.
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