La mayoría de los programas y películas que se emiten en televisión se pueden ver con subtítulos. La pregunta es: ¿Su diseño mejora realmente la accesibilidad? Una normativa específica regula esta materia para que las personas con problemas de audición accedan a los contenidos audiovisuales en igualdad de condiciones. Las consignas son claras: hay que combinar correctamente los colores y tamaño de los caracteres, el número de líneas, el tiempo de exposición y la sincronización.
La televisión se puede ver, escuchar y leer. Lo importante es hacerlo en buenas condiciones. La norma UNE 153.010 de Subtitulado para personas sordas y personas con discapacidad auditiva establece los requisitos mínimos de calidad y homogeneidad que deben cumplir los subtítulos a través del teletexto.
Es importante la combinación de colores. Los caracteres y los fondos han de identificarse. Los personajes tienen que distinguirse y la división de los subtítulos, facilitar la comprensión del argumento. Asimismo, debe tenerse en cuenta el tamaño de las letras, el número de líneas y la ubicación; el tiempo de exposición, el sincronismo de los subtítulos, los criterios ortográficos y gramaticales; las normas de estilo y de entonación.
Estos criterios se siguieron durante la última edición de los Premios Goya. La ceremonia fue la primera accesible para personas con discapacidad auditiva, gracias a un acuerdo suscrito entre la Academia de las Artes y las Ciencias y el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción.
Es importante la combinación de colores. Los caracteres y los fondos han de identificarse. Los personajes tienen que distinguirse y la división de los subtítulos, facilitar la comprensión del argumento. Asimismo, debe tenerse en cuenta el tamaño de las letras, el número de líneas y la ubicación; el tiempo de exposición, el sincronismo de los subtítulos, los criterios ortográficos y gramaticales; las normas de estilo y de entonación.
Estos criterios se siguieron durante la última edición de los Premios Goya. La ceremonia fue la primera accesible para personas con discapacidad auditiva, gracias a un acuerdo suscrito entre la Academia de las Artes y las Ciencias y el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción.
Buenas prácticas
Precisamente, el Centro de Subtitulado y Audiodescripción ha dispuesto un listado de buenas prácticas, "tanto para programas grabados como en directo", a partir de la citada norma. Entre otras cosas, recomienda colorear los subtítulos de acuerdo a los personajes para facilitar el seguimiento de la trama argumental y del contexto sonoro. Los tonos deben elegirse de manera que contrasten -si coinciden con el fondo conviene enmarcarlos- y apenas produzcan fatiga visual. Los caracteres amarillo, verde y cian (por este orden) sobre fondo negro son los más adecuados.
Precisamente, el Centro de Subtitulado y Audiodescripción ha dispuesto un listado de buenas prácticas, "tanto para programas grabados como en directo", a partir de la citada norma. Entre otras cosas, recomienda colorear los subtítulos de acuerdo a los personajes para facilitar el seguimiento de la trama argumental y del contexto sonoro. Los tonos deben elegirse de manera que contrasten -si coinciden con el fondo conviene enmarcarlos- y apenas produzcan fatiga visual. Los caracteres amarillo, verde y cian (por este orden) sobre fondo negro son los más adecuados.
El número de líneas queda fijado en un máximo de dos -excepcionalmente, tres-, centradas, sin separar palabras pero sí frases largas. Éstas deben coincidir con comas y puntos o se pueden colocar tres puntos suspensivos al final de un subtítulo y otros tres al principio del siguiente.
Otro aspecto importante es la sincronización. Si la entrada y salida de los subtítulos coincide con el movimiento labial de los personajes se "posibilita un apoyo a aquellas personas que poseen restos auditivos", asegura el Centro de Subtitulado, que apuesta también por que los diálogos sean literales. Por último, los programas con voz en off y efectos sonoros deben registrarlos, ya que aportan detalles del argumento. No se reproducen las abreviaturas, los números del cero al diez se escriben con letras y hay que evitar las muletillas.
Otro aspecto importante es la sincronización. Si la entrada y salida de los subtítulos coincide con el movimiento labial de los personajes se "posibilita un apoyo a aquellas personas que poseen restos auditivos", asegura el Centro de Subtitulado, que apuesta también por que los diálogos sean literales. Por último, los programas con voz en off y efectos sonoros deben registrarlos, ya que aportan detalles del argumento. No se reproducen las abreviaturas, los números del cero al diez se escriben con letras y hay que evitar las muletillas.
Audiodescripción para personas ciegas
Las personas con discapacidad visual (ciegas o con resto) son también foco de atención.
Las personas con discapacidad visual (ciegas o con resto) son también foco de atención.
Al igual que el subtitulado se preocupa por las personas sordas, la norma UNE 153.020 regula la audiodescripción en televisión, el cine en sala y los espectáculos teatrales, así como la elaboración de audioguías.
Las prácticas recomendadas se centran en el análisis de la obra, puesto que algunas no se adaptan bien a la audiodescripción, y la confección del guión, que debe ser coherente, ambientarse en el entorno y la temática de la obra, aportar datos y estar redactado con un estilo sencillo y fluido.
La locución incluye siempre voces claras para los oyentes, sin entonación afectiva y narraciones neutras. Además, se valoran los efectos de ambiente y ecualizaciones y se considera importante la comprobación del producto una vez finalizada la grabación.
La locución incluye siempre voces claras para los oyentes, sin entonación afectiva y narraciones neutras. Además, se valoran los efectos de ambiente y ecualizaciones y se considera importante la comprobación del producto una vez finalizada la grabación.
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