
Investigaciones anteriores han relacionado los agonistas de la dopamina, entre los que se encuentran Mirapex (pamipexole) y Requip (ropinirole) con trastornos del control de los impulsos, como adicción al juego e hipersexualidad, así como con conductas compulsivas, como atracones de comida, gastar dinero en exceso y uso excesivo de computadoras.
En el estudio los investigadores de la Clínica Mayo analizaron los registros de pacientes de enfermedad de Parkinson durante dos años.
"Hallamos que, durante ese períodos de dos años, hasta el 22 por ciento de los pacientes experimentaron el inicio de un trastorno del control de los impulsos", señaló en un comunicado de prensa de la Clínica Mayo el Dr. Anhar Hassan, investigador líder y miembro del equipo de neurología.
Los investigadores hallaron que, cuanto mayor fuera la dosis del agonista de la dopamina, más probabilidades habría de que un paciente desarrolle un trastorno del control de los impulsos.
"Uno de cada cuatro pacientes que tomaba una dosis terapéutica media del medicamento tenía un trastorno del control de los impulsos. Para los pacientes que tomaban más medicamento, la proporción ya era de uno a tres", aseguró Hassan.
El estudio fue publicado en línea reciente en la revista Parkinsonism and Related Disorders.
Los pacientes que tomaban agonistas de la dopamina y sus familias necesitan tener en cuenta cambios conductuales, según Hassan. Reducir la dosis o suspender el medicamento usualmente resuelve los problemas conductuales en cuestión de unos días hasta un mes.
Fuente: Mayo Clinic, news release, March 23, 2011
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