
El grupo formó la cooperativa Catadores del Valle y en diciembre de 2010 se convirtió en el segundo panel de catadores de aceite de oliva argentino con acreditación del Comité Oleícola Internacional (COI), entre 47 que hay en todo el mundo.
Para Dora Trentini, de 66 años, integrante del grupo, “cuando uno tiene una discapacidad, lo último que tiene que hacer es quedarse encerrado, pensando que no puede hacer nada. Y me uní a esta iniciativa porque soy hija de italianos y el aceite de oliva me encanta”. Desde INTI-Catamarca, el arquitecto Ricardo Gildeza señaló a Tiempo Argentino que “a diferencia del vino, el color del aceite no es un parámetro de evaluación, lo que permite a los no videntes puedan evaluar sensorialmente el producto”.
Fuente: Tiempo Argentino
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