Las emociones podrían ser menos intensas en pacientes de alzhéimer

Los pacientes de enfermedad de Alzheimer con frecuencia podrían parecer retraídos y apáticos, síntomas que con frecuencia se atribuyen a problemas de memoria o a la dificultad para hallar las palabras correctas.
Una investigación reciente sugiere que, sin embargo, los pacientes de este trastorno cerebral progresivo también podrían tener una capacidad reducida para experimentar emociones.
Cuando investigadores de la Universidad de Florida y otras instituciones mostraron a un pequeño grupo de pacientes de alzhéimer diez imágenes positivas y diez negativas, y les pidieron que las clasificaran como agradables o desagradables, reaccionaron con menos intensidad que el grupo de pacientes saludables.
"En gran medida, parecieron entender la emoción [generalmente evocada por la imagen que estaban mirando]", aseguró el Dr. Kenneth Heilman, autor principal del estudio y profesor de neurología del Instituto McKnight del Cerebro de la Universidad de Florida. Sin embargo, agregó, sus reacciones fueron distintas de las de los participantes saludables.
"Aún cuando comprendían la escena, su reacción emocional resultó bastante debilitada", dijo. El estudio aparece en la edición en línea de la Journal of Neuropsychiatry and Clinical Neurosciences.
Los participantes del estudio, siete que tenían alzhéimer y ocho que no, hicieron una marca en un papel que tenía una carita feliz en un extremo y una triste en el otro, más cerca de la feliz entre más agradable encontraran la imagen y más cerca de la triste entre más perturbadora fuera.
Frente a los participantes saludables, los que tenían alzhéimer encontraron que las imágenes eran menos intensas.
No consideraron que las imágenes agradables (como las de bebés y de cachorros) eran tan agradables como los participantes saludables. Hallaron que las imágenes negativas (culebras, arañas) eran menos negativas.
"Si sus emociones están debilitadas, la gente dice que usted se ve retraído", comentó Heilman.
Una moraleja importante, agregó, es que para que las familias y los médicos no piensen automáticamente que un paciente que tenga emociones debilitadas se deprime y pide o se le recetan antidepresivos sin una evaluación profunda inicial.
La razón exacta de esta intensidad menor en las emociones no está clara, aseguró Heilman. Especula que podría haber degradación de una parte del cerebro o pérdida del control de una parte importante para experimentar emociones. También podría ser que un neurotransmisor importante para experimentar emociones podría degradarse.
Lo que el hallazgo sugiere es que, a medida que se pierde la memoria, también se pierde algo de intensidad en las emociones, aseguró el Dr. Gary Kennedy, psiquiatra geriátrico del Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York, quien revisó los hallazgos.
"La emoción y la memoria van de la mano"; dijo. "Entre más emoción se pueda unir a un evento, más probable será que lo recuerde. Creo que lo que nos dice este artículo es que la enfermedad está haciendo que la respuesta emocional se haga cada vez menos profunda".
Los miembros de la familia con frecuencia informan sobre la apatía observada en los pacientes de alzhéimer, aseguró Kennedy. "La apatía es dolorosa para la familia", agregó.
Aún así, tanto Kennedy como Heilman presentaron un mensaje positivo para los miembros de la familia. Para la familia, que no se lo tomen como algo personal si un ser querido que tenga alzhéimer es apático. "No lo interprete como algo que hacen de manera voluntaria", aseguró Kennedy.
Heilmen aseguró que las familias pueden tratar de hacer que la información sea más explícita para los que tienen alzhéimer en un esfuerzo por ayudar a que las emociones se activen. Si le muestra a un ser querido una foto, por ejemplo, déle detalles verbales sobre la persona u objeto en ella, sugirió. Podría ver menos apatía como respuesta.
La investigación fue apoyada en parte por Lundbeck Pharmaceutical Co., cuyos productos incluyen medicamentos para el alzhéimer.

Fuentes: Gary Kennedy, M.D., director, geriatric psychiatry, Montefiore Medical Center, New York City; Kenneth Heilman, M.D., James E. Rooks Jr. Distinguished Professor, department of neurology, University of Florida College of Medicine, Gainesville; Journal of Neuropsychiatry and Clinical Neurosciences, online, Spring 2010