"He ido a todos lados, es muy desesperante, ya no sé qué hacer". Así comenzó su relato Andrea Boccia, mamá del joven de 14 años con trastorno por Déficit de Atención. Y agregó: "A Emmanuel se lo diagnosticaron en primer grado. Terminó sus estudios primarios en la escuela Pedro Regalado de la Plaza sin ningún problema pero fui a cinco colegios diferentes y no me lo recibieron", señaló.
"El Déficit Atencional es un síndrome funcional donde la atención está dispersa. A veces puede estar acompañada o no por hiperactividad o irritabilidad", explicó Marta Elena Hoffmann, licenciada en Psicología y Coordinadora de los Centros de Salud Mental Infanto Juveniles de Mendoza.

La profesional señaló además que este trastorno puede tener o no base neurológica por lo que hay "que ser muy claros con los diagnósticos porque pueden confundirse con otras patologías como mal comportamiento o autismo", explicó.
Tal y como su madre señaló y mostró a este diario Emmanuel tiene buenas calificaciones en su boletín de notas y buenas recomendaciones de quienes fueron sus maestras durante el nivel primario. En esta etapa el joven recibió asistencia de una acompañante terapéutica que concurría al establecimiento escolar una vez a la semana durante dos horas para ayudar al adolescente en los temas que no lograba comprender y, para asesorar a las maestras al momento de armar los exámenes.
Es por esta situación que la mujer no comprende por qué motivo no admiten a su hijo dado que, el Déficit por Atención no es una discapacidad y, además, es tratable: "Desde agosto comencé a buscar colegios, por cuenta propia, fui a averiguar si hacían adaptaciones en nivel secundario y me dijeron que no porque el profesor no tiene tiempo o depende del directivo y muchos de ellos no saben nada."
"Incluso en un posprimario, me pidieron el certificado de discapacidad y al tramitarlo en la Dirección Provincial de Discapacidad me dijeron que el déficit atencional no es una discapacidad. Es decir, el Gobierno no la avala como tal, pero en los colegios te lo discriminan", resaltó Andrea.
"No tenés colegios mamá"
Andrea Boccia, asegura que esa fue la frase que le dijeron en la Supervisión de Secundaria Orientada con sede en el edificio del colegio 4-020 Gabriel del Mazo: "Cuando me respondieron eso les pregunte qué hacer, adónde podía enviar a mi hijo y me respondieron que me podían mandar una maestra domiciliaria y no encuentro el motivo", resaltó.
Por su parte, Marta Elena Hoffman señaló que un niño con Déficit Atencional "debe estar incluido en la enseñanza común, están protegidos por ley. El chico puede leer, escribir y relacionarse. El trastorno por Déficit de Atención no es una discapacidad es una disfunción tratable", destacó.
Desde la Dirección General de Escuelas aseguran que se integra a todos los chicos con patologías similares o más complejas: "Todos los chicos con estas características son integrados. Desde la DGE les brindamos apoyo terapéutico porque deben ser integrados", explicó María del Carmen de Pedro, directora del Nivel Secundario. Y agregó: "Tenemos chicos con síndromes mucho más complejas y están todos integrados. Incluso analizamos la problemática y buscamos el perfil adecuado del acompañante terapéutico", resaltó.
Lo cierto es que hoy Emmanuel aún no consigue banco en un colegio y está a la espera de que el próximo 25 de octubre se de a conocer la resolución para saber si logró ingresar por promedio (tiene 8.21) a una de las tres opciones enviadas.
"Fui al INADI y allí me dijeron que debo ir al colegio en el que mi hijo salga sorteado, anotarlo y hacer el papelerío correspondiente. Una vez que esté inscripto decirles que va a necesitar adaptaciones curriculares. También que al colegio que vaya, asista con un testigo y que haga firmar todo, porque es un derecho y ahí actuaremos de otra manera, yo siento que me lo están discriminando. La voy a pelear hasta el final sola o acompañada", dijo Andrea Boccia.
Fuente: elsolonline.com
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