El ácido fólico reduce el riesgo de que los bebés desarrollen malformaciones congénitas. Estados Unidos y Canadá fortifican los granos para que las embarazadas consuman suficiente cantidad de la vitamina B. Pero eso no sucede en otros países, como Noruega.

El equipo de Susser les entregó una encuesta a 40.000 mujeres noruegas en los primeros meses de embarazo. Respondieron qué suplementos habían tomado entre las 4 semanas previas y las 8 semanas posteriores a la concepción.
Cuando los niños tenían 3 años, les preguntaron a las mujeres sobre las habilidades del lenguaje de sus hijos, como cuántas palabras podían unir en una frase.
A los que sólo podían decir una palabra por vez o que tenían "expresiones incomprensibles" se los consideró con un retraso grave del lenguaje. Uno de cada 200 entró en esa categoría.
Cuatro de cada 1000 niños de mujeres que habían tomado ácido fólico solo o combinado con otras vitaminas tuvieron un retraso grave del lenguaje, comparado con 9 de cada 1000 niños de mujeres que no habían tomado la vitamina B antes y al comienzo del embarazo.
El patrón se mantuvo aun tras considerar otros factores asociados con el uso de ácido fólico y las habilidades del lenguaje, como el peso, la educación y el estado civil de la madre.
El equipo no halló relación alguna entre el uso de ácido fólico durante el embarazo y las habilidades motoras de los niños, según cómo podían patear o atrapar una pelota.
El estudio no prueba que el ácido fólico en sí pueda prevenir el retraso del lenguaje, según indica el equipo en Journal of the American Medical Association.
Pero Susser dijo que la vitamina influye en el crecimiento neuronal y en cómo ciertos genes producen proteínas.
"Claramente, tiene un papel en el desarrollo que comienza muy precozmente en el embarazo", opinó Usha Ramakrishnan, investigadora especializada en nutrición materna e infantil de Emory University, Atlanta, y que no participó del estudio.
Pero señaló que es muy difícil determinar exactamente en qué momento del embarazo el ácido fólico tendría el efecto en el desarrollo posterior del lenguaje.
Susser comentó que los resultados podrían aplicarse a Estados Unidos y otros países donde los alimentos están fortificados con ácido fólico, o folato, porque todavía se sigue recomendando el uso extra de suplementos durante el embarazo. Aunque aclaró que se necesitan más estudios para respaldar estos resultados.
Fuente: Journal of the American Medical Association
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