El funcionamiento de este dispositivo, llamado 'cinta respiratoria nasal' (Cirena), se basa en forzar la respiración nasal y suprimir la respiración bucal patológica, evitando diversos síntomas como ronquidos, boca seca, carraspera, tos nocturna, rechineo dentario, congestión nasal, sensación de taponamiento o acúfeno. Además tiene sus propios beneficios ya que al respirar por la nariz se consigue evitar la agresión aérea medioambiental desde la boca al pulmón, al tiempo que se previene la inflamación y la infección de las vías aerodigestivas, como casos de rinitis, faringitis, laringitis o bronquitis.

El dispositivo ha sido testado en varios ensayos clínicos y completado con registros polisomnográficos nocturnos en pacientes roncadores y con apneas del sueño.
El doctor sostiene que al dormir el paciente con este dispositivo, además del ronquido se mejora el sueño reparador, la sensación de ahogo, las pausas respiratorias, los despertares o el cansancio matinal. El dispositivo está indicado, también, en la prevención de diversas patologías inflamatorias e infecciosas de las vías aerodigestivas, ya que permite reeducar la respiración nasal. Se trata pues de un dispositivo con un efecto puramente fisiológico, que permite mejorar la salud y que además reduce el consumo de medicamentos.
3.000 pacientes ya han utilizado este dispositivo y según Pérez-Rull, éstos manifiestan una considerable mejora en su calidad de vida y una importante recuperación de sus síntomas. No obstante el uso del Cirena debe ser progresivo para evitar la sensación de fatiga y reeducar la respiración nasal, además se debe utilizar al principio durante una hora antes de acostarse.
El mentor de este dispositivo asegura que la seguridad es máxima y que no existe ningún riesgo durante el sueño. Al respirar por la nariz y suprimir la respiración oral durante el sueño con el dispositivo, se consigue una mejoría subjetiva y/u objetiva en el cien por cien de los pacientes que pueden respirar por la nariz y mantener la boca cerrada. Además la calidad del sueño mejora(se duerme mejor, se descansa más, se muestran menos despertares nocturnos, y se tiene más sensación de descanso), un 80% de los pacientes no roncan o roncan menos. Otros pacientes manifestaron beneficios subjetivos, como boca menos seca, menos carraspera, picor faringeo, tos nocturna o sensación de taponamiento.
Pérez Rull se licenció en medicina y cirugía en la Universidad de Granada en 1982 y realizó su especialidad en París (Francia), en el Servicio de Otorrino y Cirugía Maxilofacial del Hospital Lariboisiére, donde trabajó como adjunto en el campo de la cirugía ortognática. Desde 1995 ejerce profesionalmente en el servicio de otorrinolaringología del Hospital Universitario de Madrid, enfocando actualmente su dedicación a problemas de salud íntimamente relacionados con la respiración, en particular el ronquido y las apneas del sueño. Además cuenta con consulta propia en Almería, donde atiende a los pacientes de dicha zona geográfica.
Fuente: psiquiatria.com
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