Se creía que los bebés que nacían entre las 34 y 36 semanas de gestación (considerado como "prematuridad tardía") tenían poco o ningún riesgo de problemas a largo plazo, pero afrontan de hecho un riesgo 36 por ciento más alto de problemas de retraso en el desarrollo o de discapacidad cuando entran a la preprimaria, señalan los autores del estudio.
"El riesgo de que un bebé que nazca dos o tres semanas antes de tiempo es de apenas alrededor del cuatro por ciento, así que los padres no deben alarmarse", señaló el autor del estudio, el Dr. Steven Morse, director de Servicios comunitarios del recién nacido de la Universidad de Florida. "Pero queríamos llamar la atención de los obstetras, quienes tienen un trabajo difícil al equilibrar los riesgos médicos de la madre y del feto. Este estudio aporta un poco más de evidencia con respecto al riesgo".
Morse dijo que los investigadores también deseaban que los pediatras conozcan que existe un mayor riesgo de retraso en el desarrollo porque son los que cuidan de la salud del niño a medida que crece.
Los hallazgos aparecen publicados en la edición de abril de Pediatrics.
La mayoría de los bebés, alrededor del 70 por ciento, que nacen de forma prematura en Estados Unidos lo hacen entre las semanas 34 y 36 de gestación. Aunque el número de bebés que nacen antes de las 34 semanas se mantuvo estable entre 1990 y 2005, el número de bebés que nacen entre las semanas 34 y 36 se incrementó en 25 por ciento durante este mismo periodo, de acuerdo con el estudio.
"La mayoría de estos partos son indicados por los médicos", dijo Morse.
La neonatóloga Dra. Jennifer Kloesz, del Hospital Infantil de Pittsburgh, dijo que aunque la mayoría de los nacimientos entre las semanas 34 y 36 son por razones médicas, "es posible que algunos nacimientos se puedan prolongar un poco más. No siempre interrumpimos el parto de forma agresiva en las semanas 34 o 35, y quizá deberíamos empezar a considerarlo".
Morse y sus colegas evaluaron los registros de nacimiento en Florida entre 1996 y 1997, e identificaron cerca de 160,000 bebés de partos únicos que nacieron entre las semanas 34 y 42 para incluirlos en su análisis. La mayoría de los niños, 152,661, nacieron entre las semanas 37 y 42 de gestación, es decir lo que considera como un parto a término. Poco más de 7,000 nacieron entre las 34 y 36 semanas. Los investigadores luego compararon la información del nacimiento con los registros escolares de preescolar y kindergarten.
Hallaron que el riesgo de retraso en el desarrollo o de discapacidad era 36 por ciento más alto para los bebés que nacieron entre las semanas 34 y 36. Un retraso en el desarrollo o discapacidad puede incluir el desarrollo físico, del lenguaje, cognitivo o socioemocional, de acuerdo con los investigadores.
El estudio también encontró que los niños prematuros tardíos tenían un riesgo 19 por ciento más alto de obtener un suspenso en kindergarten. El riesgo de permanecer en kindergarten aumentó en 11 por ciento para los niños que nacieron de forma prematura.
Morse dijo que los investigadores trataron de controlar los datos de muchos de los factores que pueden influenciar la vida de un niño entre el nacimiento y la edad escolar. Ajustaron factores como la edad de la madre, la educación, el estatus socioeconómico, el uso de alcohol por parte de la madre, entre otros.
Destacó que los investigadores creen simplemente que gran parte de la madurez cerebral tiene lugar durante estas últimas cuatro semanas, y los bebés que nacen antes de tiempo podrían perderse parte de este proceso de crecimiento.
"Este estudio muestra que un bebé prematuro tardío no es lo mismo que un bebé a término", dijo Morse.
Kloesz agregó: "si se observa el riesgo de cualquier niño en particular, no es tan terrible. Pero si miramos en conjunto a todos estos niños, el riesgo social es inmenso".
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