Se trata del método Lidcombe, desarrollado por la Universidad de Sydney, Australia, y que ya es utilizado por el 80% de los fonoaudiólogos australianos. Está orientado a niños de 2 a 6 años, edades en las que no se intervenía en forma directa con el método tradicional. Considerando que cada familia y cada caso son diferentes, el papel del fonoaudiólogo se centra en enseñar a los padres a llevar a cabo el tratamiento, sin interferir en el día a día del niño. A estas edades, el niño no es consciente de que tartamudea y no ve correcciones, tan solo un juego. Por eso, el método se realiza mediante el juego y el entorno del niño.
El secreto del éxito del tratamiento está en la intervención y asistencia de los padres. Desde el cariño y la comprensión, observan a su hijo y lo ayudan con respeto.Este nuevo método está en fase de implantación en España. La Fundación Española de la Tartamudez, responsable de esta iniciativa, ha formado a varios profesionales fonoaudiólogos de distintas comunidades autónomas del país, en este método. Una vez que se termine este período de experimentación y haya comprobado su efectividad, la Fundación divulgará e informará a los demás profesionales que lo deseen, sobre el método. Hasta ahora, los resultados de este método han demostrado que los síntomas de la tartamudez remiten o se quedan sólo en un grado casi imperceptible. De hecho, algunos padres informan que sus hijos se han vuelto más extrovertidos y más habladores.
Programa o método Lidcombe
El Programa Lidcombe es un método desarrollado específicamente para tratar la disfluencia en niños con edades comprendidas entre los dos y los seis años.
Fué desarrollado por un equipo de investigación dirigido por el profesor Mark Onslow de la universidad de Sydney, y lo utilizan en la actualidad más del 80% de los patólogos del lenguaje que tratan a niños con disfluencias en Australia. Este método, también está muy difundido en Canadá, Reino Unido y Nueva Zelanda.
Lidcombe es un programa de autoayuda llevado a cabo por los padres y las madres en el entorno cotidiano del niño, no por el logopeda. El papel del profesional no es más que enseñar a los padres cómo llevar a cabo el tratamiento, siempre teniendo en cuenta que cada niño y cada familia es diferente. El logopeda enseña a los padres mediante visitas semanales diversas herramientas para realizar ejercicios con sus hijos, este tratamiento se basa en gran medida en reforzar positivamente al niño cada vez que su habla es fluida y acentuar, sólo vez en cuando y levemente los casos en los que no lo es.
Las investigaciones realizadas hasta la fecha han demostrado que, después del tratamiento las disfluencias remiten o están presentes sólo en un grado muy leve, y que estos resultados se mantienen durante el periodo de supervisión posterior al que se someten los niños.
Las investigaciones preliminares también muestran que el programa no interfiere en las relaciones padres e hijos y no tiene ningún efecto aparente en otros aspectos de la comunicación. De hecho, los padres informan que sus hijos son más extrovertidos y hablan más después del tratamiento. Cabe destacar, y es muy importante saber, que para la Fundación Española de la Tartamudez, el método Lidcombe será experimental, hasta que podamos reunir la estadística necesaria para atestiguar su efectividad en España.
Si usted desea recibir más información sobre el tratamiento y profesionales que lo imparten en España, por favor, póngase en contacto con la Fundación Española de la Tartamudez.
Telf: 932 379 193
e-mail: ttm_es@yahoo.es
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