
Un aire de emoción y de esperanza se respiró ayer en la Legislatura. Por unanimidad, se creó el Sistema de Protección al Enfermo Oncológico Infantil, mediante el cual se genera un amplio programa de atención, cobertura y asistencia estatal a los pacientes enfermos de cáncer que no tienen cobertura de obra social y a los afiliados al Subsidio de Salud.
El debate fue presenciado desde la barra del recinto por familiares de menores que padecen distintas patologías, funcionarios del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) y miembros de la Fundación Flexer, quienes se abrazaron llorando tras la aprobación de la ley y levantaron fotos de los niños afectados, algunos de los cuales ya fallecieron.
La legisladora peronista Beatriz Avila, informante del proyecto por presidir la comisión de Salud, resaltó que, al detectarse un enfermo de cáncer, se cambia la vida de toda la familia afectada. "Se deben destinar muchos recursos, ya que no son considerados discapacitados. Es necesaria la celeridad en el tratamiento, pero muchos padres son desempleados y viven en la pobreza o en condiciones precarias. Es tan importante como recibir en tiempo y forma la atención, atender las condiciones cotidianas porque se debe realizar un tratamiento largo, doloroso y con restricciones que genera un cambio en la rutina", explicó.
Las disposiciones
Según la nueva ley, el régimen cubre a los menores de 18 años, pero se extiende en los pacientes que cumplan la mayoría de edad mientras se encuentren en tratamiento. El objetivo será el mejoramiento de la calidad de vida de los pacientes y de sus familias, con un abordaje intersectorial e interdisciplinario que abarque tanto la prevención y el diagnóstico precoz como la cura y la recuperación.
Entre los puntos que contempla la norma están la formación, perfeccionamiento y actualización de los profesionales de la salud e incluye los cuidados paliativos en casos terminales, la atención psicológica global y los traslados hasta el lugar del tratamiento. La cobertura será total, sin pago de arancel o costo diferenciado por los afectados, para tratamientos farmacológicos o no farmacológicos, incluso para terapias contra el dolor.
Debido a la necesidad de empezar cuanto antes con los tratamientos una vez que se detecta el cáncer, se consensuó que se realice un seguimiento para el cumplimiento de la nueva norma y una adecuada reglamentación. También se planteó la necesidad de una asignación presupuestaria en 2011 para atender este plan, y evitar así que sea letra muerta.
Fuente: La Gaceta, Tucumán
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