El estudio "destaca el alto riesgo potencial en adolescentes con diabetes tipo 2", aunque la enfermedad sea reciente, concluyó el equipo de Gillian A. Whalley, de la University of Auckland, en Nueva Zelanda.
Esto surge de un estudio sobre ocho niñas con diabetes tipo 2 y 11 con diabetes tipo 1, atendidas en un servicio de diabetes hospitalario. Los autores incluyeron también un grupo control de nueve chicas delgadas y 11 con sobrepeso, todas sin diabetes.
Aunque los grupos tenían edades y alturas similares, las niñas con diabetes tipo 2 pesaban más que el resto: alrededor de 107,2 kilos, comparado con un peso promedio de 80,6 kilos entre las niñas sin diabetes y obesas, que era el grupo con mayor peso.
Los ecocardiogramas revelaron que las dimensiones y la masa del ventrículo izquierdo eran más grandes en las diabéticas tipo 2 que en los otros grupos, un dato que se mantuvo tras considerar la altura de las participantes.

Los dos grupos diabéticos tenían alteraciones en la fase diastólica de la contracción cardíaca, pero sólo las niñas con diabetes tipo 2 tenían una reducción funcional en la fase sistólica.
Sólo una de las ocho niñas con diabetes tipo 2 no tenía anormalidades cardíacas.
La prevalencia de la dilatación ventricular izquierda, la masa ventricular izquierda elevada y la dilatación atrial izquierda en ese grupo fueron del 63, 75 y 38 por ciento, respectivamente.
En cambio, en la cohorte sana sin sobrepeso y en el grupo con diabetes tipo 1, casi no existían las anormalidades y, aún en el grupo de control con sobrepeso, muchas niñas no tenían anormalidades cardíacas.
"Este estudio es el primero que demuestra que la diabetes tipo 2 adolescente produce precozmente anormalidades cardíacas y destaca el aumento potencial de los riesgos cardiovasculares", concluyeron los autores.
"Si no se controlan, esos cambios podrían favorecer el desarrollo de enfermedad cardiovascular manifiesta", añadió el equipo.
Fuente: Diabetes Care, 1 de mayo del 2009
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