EN FUNCIONES. Javier Jamroz comenzó a trabajar ayer con un fiscal federal.
Plan de inserción laboral
La Nación promueve un plan de inserción laboral para beneficiarios de planes sociales con discapacidad, a través de empresas y entidades públicas. El representante del área, del Ministerio de Trabajo de la Nación, Juan Gómez Borruat, informó que hay conversaciones con los municipios de Banda del Río Salí y de Yerba Buena.
Entró a la oficina de su jefe para servirle un café y no pudo evitar la tentación de acomodarse en el sillón más grande.
Entró a la oficina de su jefe para servirle un café y no pudo evitar la tentación de acomodarse en el sillón más grande.
Cuando el fiscal general federal, Antonio Gustavo Gómez, se dio cuenta de que su asiento estaba ocupado, intentó explicarle: “Javier, ese es mi sillón”. “‘Sí, ya sé. Te lo estoy cuidando’”, le respondió en el acto.Javier Jamroz, de 34 años, tiene síndrome de Down y es el primer empleado con capacidades especiales de la Fiscalía General ante la Cámara Federal de Tucumán. Su nombramiento como auxiliar por nueve meses es, para los juzgados federales, el comienzo de la aplicación de la ley 22.431 que obliga al Estado a ocupar personas discapacitadas en una proporción no inferior al 4% de la planta de personal. En las reparticiones de la Provincia ese porcentaje ya se ha cubierto, aseguró la secretaria de Niñez, Adolescencia, Familia, Discapacitados, Juventud y Adultos Mayores, Graciela Sares, durante el acto de lanzamiento, que se realizó en el despacho del fiscal. También asistieron el asesor en discapacidad de la Legislatura, Carlos Fiori y la directora de Nivel Especial del Ministerio de Educación, Ana María Dato, entre otras autoridades.“Aprovechamos que teníamos una vacante dejada por un abogado para cubrirla con una persona con capacidades especiales, que nos recomendó Estrella Fernández, presidenta de la fundación ‘Un lugar en el mundo’. Estamos muy contentos. Javier nos ha renovado espiritualmente. El se encarga de hacer las fotocopias, para lo cual se necesitan uno o dos empleados, prepara café, traslada expedientes, y limpia y ordena en forma eficiente y meticulosa”, afirma el fiscal Gómez. “El nos ha renovado espiritualmente, porque es muy afectuoso”, sintetiza.
La personalidad diligente y espontánea de Javier es una bocanada de ternura para la oficina, acostumbrada a tratar temas “duros”, como la trata de personas, el narcotráfico y delitos federales de toda índole.“¡Eh!, doctor, ¿quiere un café?”, le pregunta como quien se dirige a un amigo. Como el doctor Gómez está hablando por teléfono y no le presta atención, insiste: “¡Doctor!” Y pega un suave silbido. “¿Quiere café?”, le pregunta sonriente, una vez que ha logrado su atención.Cariño y pacienciaJavier despierta cariño y también el don de la paciencia en sus compañeros de trabajo. “Cuando el doctor te pida algo, tenés que dejar de hacer lo que estás haciendo y cumplir en el acto con lo que él te pide”, le recomendó Diego Luque. Javier acostumbraba a responder “después”, cuando él estaba haciendo una tarea y le pedían que hiciera otra más urgente. “Pero una vez que aprende a hacer algo no le gusta que lo ayuden.
El se ofrece a hacer de todo”, añade con simpatía su compañero.
Fernández destaca que el joven tiene un grado severo de Síndrome de Down, con lo cual se prueba que una persona con discapacidad (para algunas cosas) es capaz de muchas otras. Javier no lee ni escribe y tiene dificultad para hablar, pero sabe comunicarse, aun prescindiendo de las palabras.
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