Al tragar, las personas con Parkinson pueden llevar accidentalmente saliva y restos de comida a los pulmones, lo que se conoce como aspiración.
Ese material extraño puede favorecer la aparición de neumonía, una de las causas principales de muerte en esos pacientes, según escribió en la revista Chest el equipo de la doctora Teresa Pitts, de la University of Florida, en Gainesville.

Los autores estudiaron si un curso de cuatro semanas de entrenamiento muscular respiratorio (entrenamiento de la fuerza muscular espiratoria) podía mejorar la capacidad de toser y tragar en 10 hombres con Parkinson y evidencias radiográficas de aspiración.
Después del entrenamiento, los pacientes lograron sacar mejor el aire de los pulmones, lo que es importante para prevenir la aspiración. La presión máxima de exhalación y la fuerza al toser aumentaron por igual.
Esos resultados, concluyó el equipo, demuestran que el entrenamiento de los músculos respiratorios es una opción terapéutica efectiva para las personas con Parkinson en riesgo de sufrir aspiración.
Fuente: Chest
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