
La prueba mide los niveles de un pigmento biliar llamado bilirrubina. El organismo produce bilirrubina cuando recibe células sanguíneas viejas. Los investigadores han notado que los niveles elevados se relacionan con la ictericia.
En algunos casos inusuales, la ictericia grave conduce a convulsiones a daño cerebral. La afección hace que la piel del recién nacido y la esclerótica tengan un aspecto amarillento, según la información de respaldo proporcionada en un comunicado de prensa de la Universidad de California en San Francisco y Kaiser Permanente.
En un estudio reciente, que aparece en la edición de octubre de Pediatrics, los investigadores hallaron que los niveles elevados de bilirrubina pueden indicar que la ictericia podría estar en riesgo de ser grave.
"Aunque sabemos que la detección precoz de los niveles de bilirrubina antes de alcanzar niveles tóxicos es importante, la evaluación de la bilirrubina no ha sido generalizada y los médicos han decidido a cuáles bebés examinar según el grado de la ictericia y factores clínicos de riesgo", señaló en un comunicado de prensa el Dr. Michael Kuzniewicz, autor del estudio y neonatólogo de la Universidad de San Francisco y del hospital infantil de la misma ciudad.
Los investigadores examinaron cómo la implementación de las directrices de evaluación de la Academia Estadounidense de Pediatría afectaba a los bebés recién nacidos de los centros de salud del norte de California operados por Kaiser Permanente. Las directrices recomiendan que cada recién nacido sea sometido a una prueba de bilirrubina en sangre o a una evaluación.
"Este estudio ofrece evidencias de que la evaluación generalizada durante la hospitalización posterior al nacimiento es un método más efectivo para monitorizar los niveles de bilirrubina para evitar que aumenten al punto que dañen el cerebro de un bebé", agregó Kuzniewicz.
Fuente: University of California San Francisco and Kaiser Permanente, joint news release, Sept. 28, 2009
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