El equipo del doctor Alan Baptist, de la Escuela de Medicina de la University of Michigan, halló que las consultas por crisis asmáticas en departamentos de emergencias crecieron después de aumentos, o reducciones, de la humedad.
El aumento de la temperatura también mandó a más niños asmáticos a las salas de emergencia.
"Cuando le preguntamos a los pacientes qué les disparó el asma (...) dijeron que fue el cambio del tiempo", dijo Baptist a Reuters Health.

Y mientras que los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos incluyen los cambios del tiempo en la lista de factores de riesgo de agravamiento de los síntomas del asma, nadie lo había comprobado, independientemente de otros factores que agravan la enfermedad, como la polución o los alergenos.
Eso impulsó al equipo de Baptist a analizar todas las consultas en los departamentos de emergencias pediátricas en el Hospital de Niños de Michigan, en Detroit, en busca de tratamiento de brotes de asma en dos años, incluidas 25.401 consultas en total. Hubo unas 35 de esas consultas por día.
El equipo analizó los cambios en la temperatura y la humedad día por día y durante el día; controló los niveles de varias sustancias contaminantes del aire y de los alergenos estacionales, como el polen y el moho.
Por cada disminución del 10 por ciento de la humedad relativa de un día al otro, hubo 1,3 consultas adicionales por crisis asmáticas dos días después.
Y por cada 10 por ciento más de humedad un día hubo 1,1 más consultas dos días después. Al día siguiente del aumento de la temperatura hubo 1,8 consultas más por cada 10 grados de variación.
"La oportunidad y la magnitud del cambio en la humedad, en lugar de la dirección, influirían mucho más sobre las exacerbaciones asmáticas", escribió el equipo en Annals of Allergy, Asthma and Immunology.
Se desconoce por qué los cambios en la humedad y la temperatura disparan las crisis, dijo Baptist, aunque esas variaciones agravarían la inflamación de las vías aéreas pulmonares, lo que identifica al asma.
Independientemente de cuál sea el mecanismo, las personas asmáticas deberían prestar mucha atención a sus síntomas si observan cambios en la temperatura y la humedad, y usar un medidor de flujo de aire pico, si lo tienen, para controlar su función pulmonar regularmente.
"Controlar el asma previene el agravamiento de los ataques y puede evitar un viaje al departamento de emergencias", indicó Baptist.
Fuente: Annals of Allergy, Asthma and Immunology, septiembre del 2009
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