En el estudio participaron 44 pacientes que se sometieron a cirugía y 52 que recibieron tratamiento no quirúrgico, como terapia de la mano y ultrasonido. Un año después del tratamiento, la función de la mano de los pacientes se midió con el Cuestionario de evaluación del síndrome del túnel carpiano (CTSAQ).
Los pacientes que se sometieron a cirugía mostraron una ventaja tanto en la función como en los síntomas, calculado por las proporciones de pacientes que presentan una mejora de al menos treinta por ciento en los puntajes del CTSAQ para esos indicadores y tienen una interferencia mínima en su trabajo diario o en las actividades domésticas. El estudio halló que el 46 por ciento de los pacientes de cirugía y el 27 por ciento de los pacientes que no se sometieron a ella cumplían con tres criterios.
"En general, estos datos señalan que, para los pacientes de síndrome de túnel carpiano sin denervación, la cirugía aumenta modestamente la función de la mano y los síntomas para los tres meses, en comparación con el régimen de tratamiento multimodal no quirúrgico. Este beneficio se mantiene durante un año", escribieron el Dr. Jeffrey Jarvik y sus colegas del Centro Médico Harborview de la Universidad de Washington en Seattle.
"Sin embargo, continuaron", algunos pacientes que han sido asignados a cirugía informaron sobre síntomas persistentes, mientras que el 61 por ciento de los pacientes asignados a un tratamiento no quirúrgico evitaron la cirugía completamente. Nuestro estudio, junto con la evidencia anterior, señala que la cirugía es útil para los pacientes de síndrome de túnel carpiano".
El estudio aparece en línea el 24 de septiembre y en una edición especial sobre cirugía de la revista The Lancet.

La preferencia de tratamiento del paciente es un factor importante, según anotaron dos médicos suecos en un editorial acompañante. Cuando los pacientes "se enfrentan a la necesidad de entablillarse la mano cada noche y durante el día durante algunas semanas, algunos podrían preferir la cirugía más temprano que tarde, mientras que otros podrían preferir la recuperación parcial al riesgo potencial de la cirugía", escribieron el Dr. Isam Atroshi y Christina Gummesson, de la Universidad de Lund.
"De todos modos, los pacientes de síndrome de túnel carpiano que no logran mejoras satisfactorias con tratamientos no quirúrgicos deberían tener la opción de la cirugía", concluyeron los editorialistas.
Otro estudio en la edición especial sobre cirugía de The Lancet halló que drenar el cráneo después de la cirugía reduce el riesgo de muerte y reincidencia entre los pacientes de hematoma subdural crónico, en el que la sangre se acumula bajo la duramadre, la membrana protectora exterior que recubre al cerebro.
Luego de la cirugía para drenar la sangre, entre el cinco y el treinta por ciento de los pacientes presentan reincidencia de hematoma subdural crónico y necesitan un nuevo drenaje, anotaron Peter Hutchinson del Hospital de Addenbrooke en Cambridge, R. U.
En el estudio, los investigadores evaluaron a 215 pacientes a partir de los 18 años que tenían hematoma subdural crónico que recibieron tratamiento con trepanación de cráneo. De esos pacientes, a 108 se les introdujo una cánula de plástico a pocos centímetros del espacio subdural después de la cirugía. La cánula se dejó durante algunos días.
El hematoma subdural resurgió en 10 de los 108 pacientes (9.3 por ciento) que tenían la cánula y en 26 de 107 (el 24 por ciento) de los que no la tenían. Los investigadores informaron que, luego de seis meses, el 8.6 por ciento de los pacientes del grupo de la cánula y el 18.1 de los del otro habían muerto.
Fuente: The Lancet, news release, Sept. 24, 2009
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