
La investigación, publicada en la revista Pediatrics, puso a prueba la imaginación guiada por CD para tratar lo que los médicos llaman dolor abdominal funcional, un problema que afecta a hasta el 20 por ciento de los niños.
La condición se diagnostica cuando en un niño el dolor abdominal continuo no se puede asociar con ninguna enfermedad o anormalidad física.
Pero esa ausencia de causa subyacente no significa que el dolor exista sólo en la cabeza del niño.
"El dolor es muy real", dijo la doctora Miranda A. L. van Tilburg, profesora asistente de la University of North Carolina, en Chapel Hill, y autora principal del estudio.
Actualmente, el tratamiento incluye medicamentos, como fármacos para aliviar la constipación, la diarrea y el reflujo gastroesofágico, si existen, o, en algunos casos, antidepresivos en bajas dosis.
Las terapias conductuales también ayudarían, pero como son muy costosas y exigen dedicar tiempo, no serían tan accesibles para muchos niños.
Por otro lado, la imaginación guiada es una técnica conductual que se puede usar en el hogar, dijo van Tilburg. A veces llamada autohipnosis, esta terapia ayuda que las personas creen imágenes relajantes en sus mentes para aliviar síntomas como el estrés, la ansiedad y el dolor.
"La mayoría de los padres dice que no se sienten capaces de solucionar el dolor que sienten sus hijos. De modo que existe una necesidad real de algo que puedan usar en el hogar cuando aparece el dolor", dijo Van Tilburg a Reuters Health.
Con eso en mente, el equipo de Van Tilburg desarrolló y registró en un CD una serie de sesiones de imaginación guiada comprensible para niños de 6 años.
Al azar, el equipo le indicó a 34 niños y adolescentes, de 6 a 15 años, continuar con el tratamiento habitual para el dolor abdominal funcional o sumar sesiones de imaginación guiada en el hogar.
A las ocho semanas, el equipo halló que casi tres cuartos de los niños tratados con imaginación guiada dijeron que el dolor había disminuido por lo menos un 50 por ciento. Lo mismo indicó el 29 por ciento de los chicos tratados con la terapia convencional.
Cuando ese último grupo de niños incorporó la imaginación guiada al tratamiento, el 62 por ciento dijo que sentía por lo menos la mitad del dolor que antes.
Se desconoce por qué la imaginación guiada ayuda a algunos niños, señaló van Tilburg.
Una idea es que el dolor abdominal funcional surge, por lo menos en algunos casos, de la hipersensibilidad de la red nerviosa intestinal; la imaginación guiada reduciría esa alta sensibilidad.
"Usar la imaginación es algo que los niños pueden hacer fácil y naturalmente", añadió la investigadora.
Fuente: Pediatrics, noviembre del 2009
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