Más de la mitad de las muertes súbitas ocurren en bebés que comparten una cama o un sofá con uno de sus padres, y el uso de alcohol o drogas de estos últimos parece tener que ver en muchos de los casos, según afirma un estudio del Reino Unido.Los investigadores analizaron 80 casos de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) en la parte suroeste de Inglaterra entre enero de 2003 y diciembre de 2006. De las muertes, 54 por ciento ocurrieron mientras padre e hijo compartían una cama o un sofá. El uso paterno de alcohol o drogas antes de dormir juntos ocurrió en 31 por ciento de los casos, y 17 por ciento de las muertes ocurrieron mientras dormían juntos en un sofá.Se encontró que una quinta parte de los bebés tenían almohada, y una cuarta parte pañales, señalaron los autores del estudio, que sugirieron estas situaciones como factores potenciales de riesgo.
El estudio incluyó una variedad de grupos sociales, y los resultados sugieren que los factores de riesgo fueron similares en toda la comunidad, lo que el estudio afirmaba indica que las muertes no se relacionaban con la privación social.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 14 de octubre de la revista BMJ.
El lugar más seguro para el sueño del bebé es una cama separada junto a la cama de sus padres durante los primeros seis meses de vida, según los investigadores, de la Universidad de Bristol y la Universidad de Warwick. Urgieron a los padres a nunca colocarse en una situación en que se puedan quedar dormidos con un bebé pequeño en un sofá, y nunca dormir junto a un bebé en ningún ambiente en que hayan estado usando drogas o bebiendo alcohol.
El SMSL es muy prevenible, pero hay que educar a los padres en las prácticas adecuadas de crianza, escribió en un editorial acompañante Edwin Mitchell, profesor de investigación en salud infantil de la Universidad de Auckland.
Fuente: BMJ, news release, Oct. 14, 2009
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