Hasta ahora, se había asociado el contacto físico con la madre con la relajación en los niños, debido a que dicho contacto propicia la segregación de una hormona llamada oxitocina, que promueve los lazos madre e hijo.
Pero, según estos últimos resultados, el contacto físico no es la única forma de propiciar la generación de esta hormona, y la voz materna tendría el mismo efecto en los niños que un abrazo.

Para llegar a esta conclusión, los científicos realizaron un experimento con 61 niñas de 12 años que debían realizar tareas de matemáticas y de oratoria frente a desconocidos. Diecinueve de ellas tuvieron vieron a sus madres durante 15 minutos antes de las pruebas, y otras 20 recibieron la llamada de sus madres durante ese mismo periodo de tiempo. Los tests de niveles de cortisona (hormona del estrés) en sangre de ambos grupos de niñas demostraron que dichos niveles fueron similares en los dos casos.
Fuente: Yaisa Martinez
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