Los educadores desempeñan un decisivo papel en este sentido y las opciones a poner en manos de los progenitores para una labor más efectiva con sus hijos nunca serán pocas, todo lo contrario, debe ser inagotables las iniciativas que pongamos en sus manos.
Si importante resulta el hecho de que como docentes seamos capaces de desplegar un trabajo más eficiente con nuestros alumnos, más fructífero y a su vez más gratificante sería, si preparamos a la familia para que encare un rol más protagónico en la formación y desarrollo de sus hijos. De esa manera no solo garantizamos la preparación de padres e hijos, sino que en esa preparación se favorece que los niveles de estrés que pudieran haber surgido a partir del conocimiento del diagnóstico del niño, tomen otros matices, porque en el trabajo cotidiano de los padres con sus hijos, los primeros apreciarán que con un poco de esfuerzo son capaces de lograr aprender técnicas concretas de interacción, mejoras en la relación de confianza mutua, apreciar las potencialidades del niño y en consecuencia el desarrollo del niño oculto tras el déficit.
Es por ello que rompiendo las rutinas queremos compartir con la nueva generación de futuros educadores y con los que ya enfrentan la difícil tarea de la evaluación, diagnóstico y posterior proceso de enseñanza aprendizaje de los escolares con discapacidad, experiencias y reflexiones recogidas por distintos campos del saber.
Conocido resulta la desbordante imaginación de los niños y las niñas que llegan a crear personajes nunca conocidos y que hasta se convierten en sus amigos imaginarios; crean historias muchas de las cuales no son verdaderas, pero ellos gozosos las narran como si realmente fueran ciertas.
Esos momentos de fantasía deben ser aprovechados por los padres y buscar en cada historia el lado real y positivo para trasmitir todo tipo de enseñanzas. Enseñanzas que por el modo ameno que se trasmiten llegan al niño de la manera que a ellos más les gusta, sin percatarse que el objetivo esencial de ustedes es el de llevarles algún tipo de conocimiento y con ello la preparación para la vida.
Los cuentos, historias, fábulas que seamos capaces de llevar a los niños, no los olvidarán y es tal el poder que encierran que de una u otra forma, según como seamos capaces de encausarlos, tendrán una repercusión en muchas de sus actitudes psicológicas futuras.
Los cuentos, han sido empleados desde épocas milenarias para la transmisión de conocimientos en diferentes áreas que sin lugar a dudas influyen directamente en los arquetipos psicológicos que el niño se formará.
Por eso, por el valor educativo de los cuentos, los invitamos a utilizarlos como una opción más para el trabajo con estas familias en función de considerarla como la mejor manera de ubicarlos en el entorno de la vida de la forma más sencilla y a su vez más agradable para ellos.
Esta variante de trabajo pueden utilizarla cuando los hijos van adquiriendo más madurez de modo que les permita entender lo que pretendan analizar con ellos.
Es importante que al hacer los cuentos los padres tengan en cuenta:
1.- Aprenderse el cuento, es decir demostrar que lo conocen y dominan y no interrumpir porque olviden el final o algunas de sus partes.
2.- Utilizar un lenguaje adecuado. Deben valorar la edad del niño y de la niña, pero de todos modos es recomendable utilizar un lenguaje simple y claro. Si es muy pequeño deben adaptar el lenguaje, sustituyendo palabras por otras más sencillas, aunque es recomendable utilizar estos momentos para ampliar el vocabulario de los niños y las niñas.
3.- Utilizar las pausas y entonaciones necesarias de modo que logren mantener el interés y atención.
4.- Hacer énfasis en las descripciones de los personajes, lugares, etc. para dejar volar la imaginación de los menores.
5.- No interrumpir el desarrollo de la acción.
6.- Deben intentar trasmitir entusiasmo en cada momento de la narración.
7.- Aprovechen cada momento para despertar interés.
8.- Repitan el mismo cuento las veces que ellos lo soliciten.
Hablando de cuentos, fábulas, historias, hay una que dedicamos para ustedes, léanla detenidamente, reflexionen y en lo posible traten de igualar a los protagonistas de esta historia en la maravillosa lección que nos ofrecen y que pueden resumirse en las siguientes ideas: .
•Tener sentido de la comunidad.
•Seguir una misma dirección en busca de las soluciones.
•Distribución de las tareas difíciles entre todos.
•Gratificación por el bien realizado.
•Apoyo y ayuda incondicional ante las dificultades.

“La lección de los gansos”
El próximo otoño, cuando veas a los gansos dirigiéndose hacia el sur para el invierno, fíjate que vuelan formando una V. Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del por qué vuelan de esa forma.
Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él.
Volando en V, la bandada completa aumenta por lo menos el 71 % más de su poder si cada pájaro volara solo. Las personas que comparten una dirección en común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a donde deseen, más fácil y rápidamente, porque van apoyándose mutuamente.
Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a su formación para beneficiarse del poder del compañero que va delante. Si nosotros tuviéramos esa idea, nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en la misma dirección.
Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso ocupa su lugar. Obtenemos mejores resultados si tomamos turno haciendo los trabajos más difíciles.
Los gansos que van detrás, graznan para alentar a los que van delante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere y, sólo entonces, los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo. Si nosotros pensáramos de ese modo, nos mantendríamos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos.
Autores: Angel Luis Gómez Cardoso y Olga Lidia Núñez Rodríguez
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