Debe ser muy triste y doloroso para una mamá aceptar que su hijo vino al mundo con "hipoacusia neurosensorial bilateral profunda irreversible", como suelen decir los otorrinolaringólogos. Lo que en buen romance significa que el niño nació sordo. Como contrapartida, muy pocas veces una mamá se debe sentir tan inmensamente feliz como cuando ve que su hijo -que nació sordo- reacciona al escuchar por primera vez sus dulces palabras. El niño la mira a los ojos, tira el chupete y responde con una amplia sonrisa y mohines, sin saber que, gracias a la ciencia médica, en ese preciso instante ingresó al mundo de los sonidos.

La escena descripta -que ilustra esta nota- fue sacada de un video que circula por internet, y que puede verse en LA GACETA.com. Registra la primera reacción de un bebé de ocho meses cuando le activaron un implante coclear. El video se situó entre los más vistos en la red y llegó a ocupar el primer lugar del ranking de visitas de meneame.net, un sitio español en el que los usuarios reproducen las noticias que más les gustan de otros medios.
En los últimos años, el implante coclear se ha convertido en una intervención clave para los niños que nacen sordos. Está indicado para aquellos pacientes que padecen de hipoacusia profunda bilateral; es decir, de ambos oídos. En la Argentina, cada año nacen con sordera profunda o severa de 750 a 1.500 bebés.
La Ley 25.415 obliga a la detección precoz de esta discapacidad, pero su cumplimiento depende del lugar donde se produzca el parto, ya que no todos los centros asistenciales disponen de los equipos necesarios para realizar el diagnóstico
A raíz del revuelo que generaron en el público cibernauta las conmovedoras imágenes del video, LA GACETA habló con el médico Victorio Stok (hijo), especialista en implante coclear, y que ya realizó en Tucumán más de 200 cirugías de este tipo en pacientes del NOA.
"La reacción varía"
"El video moviliza los sentimientos de quienes lo ven. Es impactante, tierno, conmovedor. Pero para evitar falsas expectativas en los padres de niños en similares condiciones a las del bebé que muestra el video, debo aclarar que no todos los niños con implante coclear reaccionan de la misma manera al escuchar el primer sonido", advirtió Stok.
El médico explicó que la reacción de cada paciente es distinta. Varía de acuerdo al grado de hipoacusia y de otras enfermedades que pueden acompañar la sordera, por ejemplo. No es lo mismo un bebé 100% sordo que otro que escucha un 30%.
La reacción no será la misma en un bebé Down que en un ciego o en un niño con el síndrome de Mondini (cuando no tiene desarrollada la cóclea). "Me veo en la obligación de hacer tal aclaración, porque la mamá de un niño sordo -que reciba el implante- el día del encendido puede esperar idéntica reacción a la que vio en el video que circula por la web y sufrirá una terrible angustia si eso no sucede. Hasta desconfiará del resultado de la cirugía y le costará entender, por ejemplo, que hay casos que demoran un año (el implante se va calibrando) en brindar respuestas satisfactorias", reflexionó Stok.
La rehabilitación
El éxito de un implante coclear no finaliza con el acto quirúrgico. "Del posoperatorio dependerá el futuro del niño. Necesitará rehabilitación auditiva y foniátrica, apoyo psicológico, la intervención de una neurolingüista y de una maestra integradora. Antes y después del implante es fundamental ponerle música al bebé, de modo que vaya acostumbrándose a las vibraciones...", aconsejó Victorio Stok.
Fuente: La Gaceta
1 comentario:
Excelente el artículo, pero aún más lo es la circunstancia en él relatada.
Me parece muy importante - y felicito a los protagonistas - la mesura con la que el Dr. Stok se refiere a este paciente, a sus posibilidades y la cautela en cuanto a generalizar las apreciaciones.
No es frecuente que un profesional advierta con tanta claridad que "no todas las personas reaccionan de la misma manera", evitando con esto generar expectativas en un amplio sector de "potenciales pacientes".
Nuevamente agradecido por haber podido acceder a este artículo, y el más caluroso estímulo para que la Fundación INTEGRAR pueda continuar en su trayectoria de atención, investigación y crecimiento institucional.
Cordialmente
Prof. Miguel A. Ricci
Paraná, Entre Ríos, Argentina
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