Aunque en algunos países de América Latina los castigos corporales en las escuelas parece ser una técnica olvidada y propia del siglo XIX, un nuevo reporte elaborado por Human Rights Watch (HRW) y American Civil Libertes Union (ACLU), demuestra cómo en Estados Unidos las escuelas públicas utilizan esta práctica con frecuencia y más aún con niños discapacitados.
El reporte titulado "Educación perjudicial: castigos corporales a estudiantes con discapacidad en escuelas públicas de Estados Unidos", lanzado esta semana, contiene 202 entrevistas telefónicas realizadas entre diciembre 2007 y junio 2009, que incluyeron padres, estudiantes, profesores y profesionales vinculados con educación especial.
Ahí se constataron casos como el del hijo de 11 años de Charles B., residente de Texas, quien sufre de un trastorno por déficit de atención con hiperactividad y dislexia.
El director de la escuela donde asistía el niño, lo golpeó con una paleta de madera (paddling) desmesuradamente. "El primer golpe lo derribó…. Cuando cayó, el director le dijo que tenía cinco segundos para levantarse o empezaría de nuevo… probablemente le tomó más de un minuto pararse. Le dieron dos golpes más. Luego el director tuvo que ir a la oficina de la enfermera a buscar un inhalador para el asma, mi hijo no podía respirar… cuando volvió del colegio, mi esposa encontró marcas en su cuerpo. Fuimos a la oficina del sheriff. Tenía moretones considerables en sus nalgas y la parte baja de su espalda", cuenta Charles.
De acuerdo a los datos de la oficina de derechos civiles del Departamento de Educación, en los años 2006-2007, cerca de 224 mil estudiantes fueron golpeados con paleta y de ellos, alrededor de 42 mil eran estudiantes con discapacidad, lo que constituye cerca del 19% de los afectados. No obstante, este grupo alcanza sólo el 13% de la población total de estudiantes a nivel nacional.
En la actualidad el castigo corporal en las escuelas públicas está autorizado en 20 estados, la mayoría de ellos ubicados en el centro y sureste del país. Particularmente, Texas lidera las estadísticas con cerca de 50 mil niños recibiendo castigos corporales, de los cuales alrededor de 11 mil son escolares con discapacidad. Le siguen Mississippi, Alabama y Arkansas.
En general el tipo de castigos corporales varían según el estado, e incluyen golpes con paletas de madera, palmadas, cachetadas, pellizcos, ser arrastrados alrededor de la habitación y arrojados contra el suelo. "Estas prácticas dejan a los estudiantes indefensos y humillados. La fuerza física no es efectiva y viola los derechos del niño y es especialmente atroz cuando se usa para castigar a estudiantes con discapacidad", dijo Alice Farmer, autora del reporte. "Este tipo de métodos deben ser anulados en los estados en que aún están permitidos", agregó a La Opinión.

Asimismo, Farmer afirmó que uno de los mayores problemas para constatar la situación real a la que se ven enfrentados los estudiantes es la falta de datos. "Existe una ausencia general de información". Esto además de que muchos de los abusos no son reportados, por lo que es probable que las cifras sean mucho mayores a las registradas.
Aunque en California el castigo corporal está prohibido, las sanciones a través de aislamiento temporal y técnicas de inmovilización sí están permitidas. En un reporte de Government Accountability Office (GAO), presentado en mayo de este año al Congreso, no se encontró "ninguna regulación federal asociada a estas prácticas en escuelas públicas y privadas" y una variación considerable en las leyes a nivel estatal.
El informe de GAO especificó que aunque no se logró determinar si los alegatos existentes era generalizados, sí constató "la existencia de cientos de casos de supuesto abuso y muerte relacionados al uso de estos métodos en niños, durante las últimas dos décadas".
Esta organización incluyó 10 casos-estudio que habían sido resueltos con penas criminales y que presentaban similitudes. como: involucrar a niños con discapacidad, que usualmente no eran agresivos y cuyos padres no habían entregado consentimiento para usar las técnicas de aislamiento o inmovilización y a su vez, profesores y personal de escuelas que no habían sido entrenados para usar estos métodos.
California es uno de los estados que colecta voluntariamente información de las escuelas respecto a estas prácticas disciplinarias. Durante septiembre de 2007 y junio de 2008, se reportó que hubo 14,354 instancias en que los estudiantes fueron sometidos a aislamiento e inmovilización en colegios públicos y privados.
Por otra parte, consultado por La Opinión respecto a la situación general que afecta a los estudiantes discapacitados en las escuelas, el Departamento de Educación no respondió a las interrogantes presentadas.
Organizaciones como HRW y ACLU están pidiendo la abolición completa del castigo corporal en los centros educativos, sobre todo considerando que Estados Unidos firmó la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas en julio pasado. Sin embargo, este declaración debe ser ratificada aún por el Congreso.
Fuente: Antonieta Cádiz para Impresiones Latinas, www.impre.com
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