
Los expertos en salud infantil advierten que los niños deben estar en sus sillas para automóvil, no para dormir o cuando estén en casa.
Esto se debe a que sentarse derecho en una de estas sillas, la posición recomendada, puede comprimir su pecho y conducir a niveles más bajos de oxígeno, según un estudio reciente publicado en línea e 24 de agosto en Pediatrics.
"Hay gente que no tiene cama para sus bebés y los hace dormir en la silla para el automóvil todo el tiempo", anotó un experto, el Dr. Iley Browning, profesor asociado de pediatría del Colegio de medicina del Centro de ciencias de la salud Texas A&M. "Esa no es una buena opción. Además, los niveles decrecientes de oxígeno van a empeorar cuando los niños estén resfriados, por lo que se está empeorando al niño poniéndolo en la silla para el automóvil si está enfermo. Además, garantizo que los padres lo hacen más cuando el niño está enfermo".
Sin embargo, los expertos están de acuerdo en que la nueva advertencia de ninguna manera le resta importancia al mensaje de que las sillas para el automóvil son críticas para proteger a los niños de las colisiones, lo mismo que los cinturones de seguridad protegen a los adultos.
"Su hijo debe estar adecuadamente protegido incluso para los viajes más cortos", señaló el Dr. Mike Gittelman, profesor asociado de medicina de emergencia y codirector del Centro integral para lesiones infantiles del Centro médico del Hospital Infantil de Cincinnati. "Hay un 88 por ciento más de probabilidades de salvarse en un choque de vehículo de motor llevando puesto el cinturón o yendo en una silla para el automóvil. Las sillas para el automóvil salvan vidas".
Además, según Gittelman, los cambios en la saturación de oxígeno detectados en el estudio fueron "mínimos".
Estudios anteriores sobre el tema se enfocaron principalmente en bebés prematuros más frágiles, dijo.
Pero los autores del estudio anotaron que la obstrucción de las vías aéreas de un bebé, aún si es leve, se ha relacionado con problemas conductuales y un CI más bajo.
Los investigadores, de Eslovenia y Boston, comenzaron examinando recién nacidos sanos cuando tenían dos años. Midieron los niveles de saturación de oxígeno y otros indicadores cuando los niños estaban en la cuna de un hospital durante treinta minutos, una cama para automóvil (una "silla plana") durante sesenta minutos, y en una silla para automóvil durante el mismo tiempo.
Para los doscientos niños que participaron en el estudio, el nivel promedio de saturación de oxígeno fue de 97.9 por ciento en la cuna, de 96.3 por ciento en la cama para automóvil y el 95.7 por ciento en la silla para el automóvil.
Se vieron más diferencias en los niveles mínimos promedio de oxígeno: 87.4 por ciento en la cuna, 83.7 por ciento en la cama para el automóvil y 83.6 por ciento en las silla para el automóvil.
Los niños que están en sillas y camas para automóvil pasan más tiempo con niveles de oxígeno por debajo de 95 por ciento que los niños que están en cunas, según el estudio. Además, entre más tiempo pasaban los niños en la silla, peor era el problema respiratorio.
Las camas para automóvil podrían ser más seguras a este respecto que las sillas, pero igual no son lo ideal, anotó el estudio.
Además de mantener a los niños fuera de las sillas para automóvil por largo tiempo, los autores sugirieron que los fabricantes consideren modificaciones al diseño de las mismas.
"Es importante que la gente se de cuenta de que hacer algunas de estas cosas no es bueno y tiene riesgos potenciales", aseguró Browning, que también es neumólogo pediatra del Hospital Infantil Driscoll de Corpus Christi, Texas. "Use las sillas para el automóvil cuando lo necesite, pero si no es así, los niños deben estar ubicados de otra manera".
El estudio de todos modos deja preguntas sin responder, como si el efecto del oxígeno es prolongado, señaló la Dra. Judy Schaechter, profesora asociada de pediatría de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami y directora de la Injury Free Coalition for Kids de Miami.
"Desaparece esto después de algunos días o permanece durante tres meses", se preguntó. "Claramente, si resulta real, necesitamos revisar la fabricación de sillas para automóvil".
El estudio fue financiado por Aprica, fabricante japonés de sillas para automóviles, cochecitos y otros productos para niños.
Fuentes: Mike Gittelman, M.D., associate professor, pediatrics and emergency medicine, University of Cincinnati School of Medicine, and co-director, Comprehensive Children's Injury Center, Cincinnati Children's Hospital Medical Center, Cincinnati; Iley Browning, M.D., associate professor, pediatrics, Texas A&M Health Science Center College of Medicine, and pediatric pulmonologist, Driscoll Children's Hospital, Corpus Christi, Texas; Judy Schaechter, M.D., associate professor, pediatrics, University of Miami Miller School of Medicine, and director, Injury Free Coalition for Kids of Miami; Aug. 24, 2009, Pediatrics
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