(Página/12) Uno de cada dos hombres infectados con VIH en la Argentina tiene instrucción secundaria completa o universitaria. Este dato –contenido en el informe anual que presentó ayer la Dirección de Sida del Ministerio de Salud– se conjuga con el registro de una significativa cantidad de “jóvenes recientemente infectados, que provenían de medios sociales medios y altos”. Se mantiene además el aumento en la trasmisión entre hombres mayores de 35 años, que abarcan el 50 por ciento de los actuales diagnósticos. Así, los índices actuales vienen a recordar que “el VIH-sida puede afectar a cualquiera”, según puntualizó el titular de la Dirección de Sida. A cualquiera que tenga sexo sin protección, ya que ésta es la vía por la que se trasmite casi el 90 por ciento de los casos, habiendo caído mucho la trasmisión por compartir jeringas y siendo ya casi nula la trasmisión por sangre infectada. También preocupan los diagnósticos tardíos: el 30 por ciento de los hombres se diagnostica cuando ya la enfermedad ha avanzado hasta causar deterioros; sólo el 17 de las mujeres llega a ese estado, lo cual muestra la eficacia del ofrecimiento universal del testeo a las embarazadas. Hoy es el Día Mundial del Sida.
“A 30 años del primer caso de sida en la Argentina –recordó Ariel Adaszko, titular del área de Estudios e Investigaciones de la Dirección Nacional de Sida–, cuatro de cada mil adultos tienen VIH en la Argentina. El porcentaje sube a dos de cada cien en trabajadoras sexuales; se sitúa entre 12 y 15 por ciento entre hombres que tienen sexo con hombres y se eleva al 34 por ciento en la población travesti. El total de infectados se estima en 110.000, de los cuales el 40 por ciento desconoce su diagnóstico. La epidemia se halla estable.”
Se efectúan unos 5500 diagnósticos de VIH por año en la Argentina, cantidad que se mantiene estable desde hace aproximadamente diez años. Pero, en 2001-2, la mayoría de los afectados tenía entre 20 y 35 años, mientras que, en 2009-10, el 50 por ciento de los diagnósticos tiene lugar en hombres mayores de 35 años. La destacable presencia de la infección en hombres de más edad “nos lleva a indagar qué está sucediendo, y a ofrecer diagnóstico y asesoramiento a hombres de toda edad”, señaló Carlos Falistocco, titular de la Dirección de Sida y Enfermedades de Trasmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación.
Además, el 50 por ciento de los hombres con diagnóstico de VIH tiene el secundario completo o nivel universitario; sólo el 33 por ciento de las mujeres diagnosticadas alcanza ese nivel educativo. “Me llamó la atención –comentó Falistocco– la cantidad de varones jóvenes recientemente infectados que provenían de medios sociales medios y altos.” Es que “se admite que a mayor nivel educativo corresponde un mayor nivel de información, pero estos datos muestran que la información no basta, que cada sujeto debe hacerla significativa para sí. En todo caso, esto vuelve a plantear que el VIH-sida puede afectar a cualquiera”.
Por lo demás, “en los nuevos casos entre adolescentes varones, la principal vía de contagio es por relaciones homosexuales –puntualizó Falistocco–: conviene que prestemos atención a la posible influencia del bullying, en una época de la vida donde la orientación sexual no está totalmente definida y hay una gran vulnerabilidad”. Además, “impulsamos una modificación en la ley, de modo que un adolescente pueda ir a hacerse el testeo sin necesidad de que un adulto lo autorice”.
Respecto de la relación entre hombres y mujeres afectados, se registra 1,9 caso de VIH en hombres por cada caso en mujeres. Hace un lustro, la proporción había descendido a 1,5, y llegó a hablarse de una “feminización” de la epidemia. En realidad, según advirtió Adaszko, “estos cambios pueden obedecer a que las poblaciones se testean más: cuando se hizo obligatorio ofrecerles el testeo a todas las embarazadas, aumentó la detección de mujeres con VIH; en estos últimos años aumentó el testeo en hombres y se detectan más casos”.
En cuanto a las vías de adquisición del virus, hoy por hoy la trasmisión es, en la Argentina, por prácticas sexuales sin protección. En las mujeres, el 89,6 por ciento de los casos correspondió a “prácticas sexuales heterosexuales”; en los hombres, se reparte entre un 48,5 por ciento de trasmisión heterosexual y un 39,1 por ciento de trasmisión homosexual. El uso de drogas inyectables –que entre 2001 y 2004 comprendía el 17,4 por ciento de las trasmisiones– en 2009-2011 sólo causó el 2,5 de los casos en hombres y el uno por ciento en mujeres; las transfusiones sólo causaron entre el 0,1 y el 0,2 por ciento de los casos. La trasmisión vertical –madre a hijo en el parto o lactancia– es responsable de hasta el tres por ciento de los casos.
Cada año, 1400 personas mueren por problemas relacionados con el sida; esta cifra que se mantiene estable en los últimos diez años, gracias a la difusión de los tratamientos, luego de haber llegado a 1900. Y están entonces los huérfanos del sida: entre 300 y 350 chicos y chicas menores de 15 años pierden a su mamá cada año por el sida. Entre 2500 y 3000 huérfanos del sida viven en la Argentina.
Unas 50.000 personas reciben tratamientos antirretrovirales contra el VIH en la Argentina: el 69 por ciento los obtiene desde el Ministerio de Salud de la Nación, y el 31 por ciento por la seguridad social o la medicina prepaga (que están obligadas a cubrir los tratamientos y estudios). Esto se acerca a la totalidad de las personas que necesitan tratamiento y conocen su diagnóstico pero, tomando en cuenta a los que desconocen su diagnóstico y necesitarían tratamiento, sólo el 72 por ciento de quienes lo necesitarían recibe tratamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario