Con la Ley General de Educación se inició un España un camino sin retorno, pues los alumnos y alumnas con minusvalías podían empezar a recibir una atención educativa en los centros ordinarios, siempre que sus características personales se lo permitieran. En caso contrario, serían atendidos en centros específicos. El alumnado con necesidades educativas especiales era atendido en aulas cerradas de educación especial en los mismos centros que los demásalumnos y alumnas de su edad. Al menos este fue un paso importante para ir superando la segregación.
Posteriormente, la Ley de Integración Social del Minusválido (1982) dio un paso más. Se establecieron las condiciones para la redacción del posterior Real Decreto de 1985 que puso en marcha en España el proceso de laintegración escolar.En este documento se define la educación especial como una parte integrante del sistema educativo, concretada en el conjunto de apoyos y adaptaciones necesarias para que las personas discapacitadas puedanhacer efectivo su derecho a la educación. Este nuevo planteamiento exige que el sistema escolar y el curriculum se adapten a las características del alumnado, y no a la inversa.
En 1990 fue aprobada la Ley General de Ordenación del Sistema Educativo(LOGSE). que modifica la estructura general del sistema educativo. Con estaLey se incorporan grandes cambios en la política educativa desarrolladahasta el momento.Un hecho importante es la ampliación de la escolarización obligatoria hasta los 16 años. Esta Ley recoge y desarrolla los principiosde normalización e integración v aparece por primera vez el concepto de necesidades educativas especiales. Este concepto viene a sustituir a otros como deficiente, disminuido, inadaptado. discapacitado o minusválido. Este cambio semántico tiene una gran importancia. pues señala que el sistema educativo debe centrar su atención en la respuesta que tiene que dar a los alumnos desde la escuela y no en las limitaciones de los sujetos.
Las condiciones administrativas que permiten desarrollar una escuela comprensiva y global han sido establecidas. El marco jurídico señala la plena integración social de las personas con minusvalía.
El derecho a la educación de estas personas es un hecho insoslayable. El futuro de los alumnos con necesidades educativas especiales está situado en la actualidadde un sistema educativo que habrá de superar viejas inercias que dificultan una atención educativa de calidad en igualdad de condiciones. Un aspecto importante de la integración ha sido detectar las carencias y desajustes de la práctica educativa, convirtiéndose en un importante criterio de calidad y motor de importantes cambios en la escuela.
En 1994, la reunión de la UNESCO que tuvo lugar en Salamanca sobre la atención educativa a los alumnos con necesidades educativas especiales,estableció las bases para dar un paso más en las recomendaciones que este organismo hace a los países miembros.Superada la primera fase de integración de alumnas y alumnos con minusvalías en escuelas ordinarias, es momento de empezar a hablar de inclusión.La educación inclusiva significa que los alumnos con discapacidades o sin ellas aprendan juntos en todos los niveles educativos. Significa que sean capaces de desarrollar sus capacidades en el trabajo y en la vida diaria en las mismas instituciones que los demás.
Para que esta situación se dé necesitamos adaptar el enfoque que se da en la actualidad al curriculum, alos apoyos en las aulas, a los mecanismos de financiación y a la propia construcción del entorno donde se desarrolla la vida social. Hablamos de una educación inclusiva o inclusión porque los niños y las niñas, con cualquiera que sean sus problemas o dificultades, son parte de la sociedad y tienen un papel que jugar cuando terminan la escuela. Cuanto antes comencemos a desarrollar una educación inclusiva, desde los comienzos de la escuela, seguido de la educación primaria y secundaria mejor preparación tendrán para una vida en comunidad.
La educación inclusiva es una cuestión de derechos humanos. Los alumnos con minusvalía tienen el mismo derecho a ser miembros de los mismos grupos como cualquiera. Una educación segregada restringe ese derecho y limita las posibilidades para la autorrealización. Las personas con minusvalías no necesitan estar separadas o protegidas.
A continuación señalaré algunos rasgos importantes de lo que significa la inclusión o educación inclusiva y también algunas matizaciones de lo que no es inclusión.
En primer lugar, inclusión es educar a todo el alumnado con minusvalías o dificultades en las aulas ordinarias sin discriminación por la naturaleza de su condición o condiciones de discapacidad. Significa proveer a todos los estudiantes de las mejores oportunidades de aprender unos de otros.
Es también proveer de los servicios necesarios dentro de las escuelas ordinarias. La educación inclusiva significa apoyar a los tutores de aula y a los administradores con el tiempo necesario para la preparación de su trabajo y su formación, trabajo en grupo, recursos y estrategias de acción.
Inclusión es seguir el mismo horario y plan de trabajo que los demás. Es involucrar a todas las personas en las mismas actividades propias de su edad, tanto dentro como fuera de las aulas, en actividades extraescolares y otras.
Es utilizar los mismos servicios de la escuela que otros: biblioteca, patio, gimnasio, etc.
Es fomentar la amistad entre ellos, sin discriminaciones ni rechazos.
La educación inclusiva significa también tener en cuenta los puntos de vista de las familias que tienen hijos con minusvalía, y escuchar sus demandas de manera razonable, aprendiendo de su experiencia y compartiendo sus expectativas. Enseñar a todos los niños y niñas es entender y aceptar las diferencias humanas.Por otra parte, inclusión no significa que los y las estudiantes con discapacidades tengan que ser metidos en las aulas ordinarias sin ninguna preparación ni apoyo. No significa proveer de servicios especiales en lugares aislados o separados del resto. Tampoco es ignorar las diferentes necesidades individuales o poniendo en peligro su seguridad o su bienestar.
No significa ignorar las cuestiones familiares y las expectativas de los padres.
Una educación inclusiva no es aislar a 105 estudiantes con minusvalías dentro de las escuelas ordinarias en unas clases especiales.Tampoco es ponerles dentro de escuelas o clases con alumnos de diferentes edades a las de ellos.
Finalmente, la inclusión en las escuelas ordinarias de alumnos con minusvalías no significa que tengamos que demandar de ellos que estén preparados y ganarse la vida por medio de las enseñanzas que reciben basadas exclusivamente en tareas cognitivas y de memorización.
Finalmente, es necesario tener en cuenta que la inclusión beneficia de dos maneras, aunque la mayoría de nosotros todavía no lo hayamos experimentado:
- por un lado, la segregación restringe el conocimiento de unos con otros y,por otro, la familiaridad y la tolerancia reducen el temor y el rechazo.
- La educación inclusiva contribuye a una mayor igualdad de oportunidades para todos los miembros de la sociedad. Los beneficios también incluyen las relaciones y la creatividad que no fue posible en épocas pasadas.
Luis Carro Sancristóbal , Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Valladolid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario