Estos días, los animales participan en terapia humana de formas innovadoras que se diferencian drásticamente de las ideas tradicionales de la terapia asistida con animales.
"La mayoría de personas piensan en los hogares de ancianos, y en las personas que van a alegrar a los mayores", apuntó Bill Kueser, vicepresidente de mercadeo de la Sociedad Delta (Delta Society), un grupo sin fines de lucro que promueve la terapia asistida con animales. "En realidad se ha convertido en mucho más".
Los animales se han convertido en parte de muchos tipos de psicoterapia, fisioterapia y respuesta en crisis, aseguró Kueser. Y tampoco se trata simplemente de usar a un perro en terapia para calmar o aliviar a una persona, apuntó.
Por ejemplo, los gatos y los loros se incorporan en la terapia para personas que tienden a actuar mal debido a problemas con la agresión o el control de los impulsos, comentó Kueser.
"El animal se queda cerca de esa persona hasta que la persona comienza a hacer que el animal se sienta mal, y entonces se va", comentó. "Entonces, el médico puede apuntar al efecto que la conducta del paciente ha tenido sobre el animal. De esta forma, parecen poder trabajar con los problemas de agresión más eficazmente".
También se usan animales más grandes en la terapia. Los caballos ayudan a adolescentes con problemas a controlar mejor su conducta, según la Asociación de Crecimiento y Aprendizaje Asistidos por los Equinos (Equine Assisted Growth and Learning Association). Los niños aumentan su autoestima al trabajar con un animal tan grande, pero también aprenden a regular sus emociones para no "asustar" al caballo.
Las personas que se someten a fisioterapia para recuperar habilidades motrices esenciales para la vida también reciben ayuda de los animales. "En lugar de mover fichas en un tablero, se puede pedir al paciente que abroche o desabroche una correa, o que cepille a un animal", explicó Kueser.
Hoy en día, incluso las personas normalmente calmadas que se enfrentan a situaciones estresantes reciben ayuda de los animales.
Un estudio reciente halló que los perros de terapia eran eficaces para aliviar la ansiedad de personas que esperaban para hacerse una IRM, y su ayuda no conllevaba los efectos secundarios con frecuencia vistos con los ansiolíticos.
"Hallamos que las personas que pasaban tiempo con un perro de terapia estaban más calmadas durante la prueba que las que no", aseguró el Dr. Richard Ruchman, presidente de radiología del Centro Médico Monmouth en Long Branch, Nueva Jersey.
Otros ámbitos no tradicionales también han estado utilizando animales para ayudar a las personas a calmarse. Los juzgados son un ejemplo. "Cada vez se permiten más animales en las cortes", dijo Kueser. "Alguien puede sentirse muy afectado al tener que testificar, sobre todo si es la víctima del caso. Se ha mostrado que los animales ayudan a calmar a las personas en ese ambiente".
Los perros de terapia también se están incorporando en los esfuerzos de alivio en crisis, apuntó Amy Rideout, directora y presidenta de HOPE Animal-Assisted Crisis Response, un grupo que pone a disposición a perros de terapia en escenarios de crisis.
HOPE se formó poco después de los ataques terroristas del 11/9, cuando los trabajadores sociales hallaron que los perros de terapia resultaban útiles para lograr que los resistentes respondientes a la crisis en la zona cero se sinceraran sobre el precio que su terrible trabajo cobraba a su psique, apuntó Rideout.
"No desean mostrar estrés. Quieren hallar a sus amigos", comentó Rideout sobre los respondientes del 11/9. "Muchos sabían que algo iba mal, pero no querían hablar con un profesional de salud mental al respecto".
Pero cuando un perro de terapia acompañaba al terapeuta, los respondientes tendían a sincerarse con mayor frecuencia. "Los perros eran un puente entre el profesional de salud mental y la persona", explicó.
Aunque muchos animales se utilizan en el trabajo terapéutico, los perros aún tienden a llevar la mayor carga. Por ejemplo, los perros conforman el 95 por ciento de las parejas con mascotas registradas en la Sociedad Delta, dijo Kueser.
En parte, esto tiene que ver con la adaptabilidad y movilidad de los perros, señaló Rideout. Los perros se han domesticado tanto que es más fácil introducirlos en una amplia variedad de ambientes.
Y esa domesticación también ha creado un profundo vínculo con los humanos que hace que los perros resulten particularmente útiles en la terapia. Kueser aseguró que se ha hallado que la interacción con los perros reduce la presión arterial, calma la respiración rápida, reduce los niveles de hormonas de estrés y aumenta los niveles de hormonas calmantes.
"Ser acompañado por un perro es algo muy primario", aseguró Ruchman.
Fuentes: Bill Kueser, vice president, marketing, Delta Society; Richard Ruchman, M.D., chairman, department of radiology, Monmouth Medical Center, Long Branch, N.J.; Amy Rideout, director and president, HOPE Animal-Assisted Crisis Response
"El animal se queda cerca de esa persona hasta que la persona comienza a hacer que el animal se sienta mal, y entonces se va", comentó. "Entonces, el médico puede apuntar al efecto que la conducta del paciente ha tenido sobre el animal. De esta forma, parecen poder trabajar con los problemas de agresión más eficazmente".
También se usan animales más grandes en la terapia. Los caballos ayudan a adolescentes con problemas a controlar mejor su conducta, según la Asociación de Crecimiento y Aprendizaje Asistidos por los Equinos (Equine Assisted Growth and Learning Association). Los niños aumentan su autoestima al trabajar con un animal tan grande, pero también aprenden a regular sus emociones para no "asustar" al caballo.
Las personas que se someten a fisioterapia para recuperar habilidades motrices esenciales para la vida también reciben ayuda de los animales. "En lugar de mover fichas en un tablero, se puede pedir al paciente que abroche o desabroche una correa, o que cepille a un animal", explicó Kueser.
Hoy en día, incluso las personas normalmente calmadas que se enfrentan a situaciones estresantes reciben ayuda de los animales.
Un estudio reciente halló que los perros de terapia eran eficaces para aliviar la ansiedad de personas que esperaban para hacerse una IRM, y su ayuda no conllevaba los efectos secundarios con frecuencia vistos con los ansiolíticos.
"Hallamos que las personas que pasaban tiempo con un perro de terapia estaban más calmadas durante la prueba que las que no", aseguró el Dr. Richard Ruchman, presidente de radiología del Centro Médico Monmouth en Long Branch, Nueva Jersey.
Otros ámbitos no tradicionales también han estado utilizando animales para ayudar a las personas a calmarse. Los juzgados son un ejemplo. "Cada vez se permiten más animales en las cortes", dijo Kueser. "Alguien puede sentirse muy afectado al tener que testificar, sobre todo si es la víctima del caso. Se ha mostrado que los animales ayudan a calmar a las personas en ese ambiente".
Los perros de terapia también se están incorporando en los esfuerzos de alivio en crisis, apuntó Amy Rideout, directora y presidenta de HOPE Animal-Assisted Crisis Response, un grupo que pone a disposición a perros de terapia en escenarios de crisis.
HOPE se formó poco después de los ataques terroristas del 11/9, cuando los trabajadores sociales hallaron que los perros de terapia resultaban útiles para lograr que los resistentes respondientes a la crisis en la zona cero se sinceraran sobre el precio que su terrible trabajo cobraba a su psique, apuntó Rideout.
"No desean mostrar estrés. Quieren hallar a sus amigos", comentó Rideout sobre los respondientes del 11/9. "Muchos sabían que algo iba mal, pero no querían hablar con un profesional de salud mental al respecto".
Pero cuando un perro de terapia acompañaba al terapeuta, los respondientes tendían a sincerarse con mayor frecuencia. "Los perros eran un puente entre el profesional de salud mental y la persona", explicó.
Aunque muchos animales se utilizan en el trabajo terapéutico, los perros aún tienden a llevar la mayor carga. Por ejemplo, los perros conforman el 95 por ciento de las parejas con mascotas registradas en la Sociedad Delta, dijo Kueser.
En parte, esto tiene que ver con la adaptabilidad y movilidad de los perros, señaló Rideout. Los perros se han domesticado tanto que es más fácil introducirlos en una amplia variedad de ambientes.
Y esa domesticación también ha creado un profundo vínculo con los humanos que hace que los perros resulten particularmente útiles en la terapia. Kueser aseguró que se ha hallado que la interacción con los perros reduce la presión arterial, calma la respiración rápida, reduce los niveles de hormonas de estrés y aumenta los niveles de hormonas calmantes.
"Ser acompañado por un perro es algo muy primario", aseguró Ruchman.
Fuentes: Bill Kueser, vice president, marketing, Delta Society; Richard Ruchman, M.D., chairman, department of radiology, Monmouth Medical Center, Long Branch, N.J.; Amy Rideout, director and president, HOPE Animal-Assisted Crisis Response
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