En algunos de esos casos, los resultados serían incorrectos, pero otros nacerían con buena audición e irían perdiéndola progresivamente en la infancia.
"Los padres o el médico podrían pensar 'Pasó la pesquisa, por lo que no tendría pérdida auditiva'", dijo el doctor David Chi, autor principal del estudio del Centro Médico de University of Pittsburgh, Pensilvania. "Y no dependería sólo de que (el niño) pasó la prueba, en especial si aparece alguna preocupación sobre la capacidad auditiva o del habla".
El equipo de Chi analizó las historias clínicas de 923 niños con pérdida auditiva atendidos en su centro entre el 2001 y el 2011; tenían entre cuatro y cinco años.
Setenta y ocho habían pasado la pesquisa auditiva de los recién nacidos: 28 tenían padres preocupados por problemas de audición y 25 no habían aprobado las pruebas auditivas escolares, según publica JAMA Otolaryngology-Head and Neck Surgery.
Los autores no pudieron identificar una causa de pérdida auditiva en más de la mitad de las historias clínicas pediátricas. En el resto, el equipo halló las siguientes causas: sordera genética, problemas estructurales de los oídos o complicaciones infantiles, como infecciones.
Se desconoce la antigüedad de esas dificultades auditivas antes de la consulta y el diagnóstico.
"Desconocemos la frecuencia de falsos negativos (de la pesquisa auditiva de los recién nacidos) versus la de la aparición tardía de los problemas auditivos", dijo la doctora Nancy Young, otorrinolaringóloga pediátrica del Hospital de Niños Lurie de Chicago y de la Escuela Feinberg de Medicina de Northwestern University.
De cualquier manera, recomendó que los padres no "confíen falsamente" en el resultado negativo de la pesquisa auditiva de sus hijos al nacer si advierten algún trastorno de la audición o el lenguaje.
Detectar y tratar la sordera tempranamente, como con los implantes cocleares, es importante para el desarrollo futuro del lenguaje, según dijo. "Debemos estar atentos y derivar a esos niños", dijo Young, que no participó del estudio.
Los Institutos Nacionales de Salud estiman que dos o tres de cada 1.000 niños estadounidenses nacen sordos o hipoacúsicos, y muchos más desarrollan trastornos auditivos.
La Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por su sigla en inglés) recomienda evaluar la audición de todos los recién nacidos.
Chi comentó que con su equipo está estudiando estrategias para pesquisar a los niños pequeños, algo así como una segunda pesquisa a los tres meses de vida.
Pero Young no recomendó realizarla aún hasta que los investigadores conozcan cuándo se produce la pérdida auditiva en los niños que pasan la pesquisa al nacer.
Fuente: JAMA Otolaryngology-Head and Neck Surgery, online 17 de enero del 2013.
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