Esta área del cerebro es la responsable del control motor y de la coordinación del movimiento, y está también implicada en el aprendizaje y en la formación de recuerdos. Más específicamente, los científicos descubrieron que, en ratones, una exposición de cinco minutos al olor de un depredador producía la introducción de receptores GluR2 en las sinapsis o conexiones entre las células nerviosas del cerebro de estos animales.
El GluR2 es una subunidad de un receptor del sistema nervioso central, que se encarga de regular la transferencia de impulsos eléctricos entre las neuronas.
La presencia de GluR2 modificó las corrientes eléctricas neuronales del cerebelo de los ratones. Los resultados obtenidos señalan que una sola exposición a estrés emocional agudo podría afectar a la coordinación motora y a otras funciones cognitivas dependientes del cerebelo, explican los científicos.
La presencia de GluR2 modificó las corrientes eléctricas neuronales del cerebelo de los ratones. Los resultados obtenidos señalan que una sola exposición a estrés emocional agudo podría afectar a la coordinación motora y a otras funciones cognitivas dependientes del cerebelo, explican los científicos.
The research was supported by grants from the National Science Foundation and the National Institutes of Health. To learn more, visit http://www.lsuhsc.edu and http://www.twitter.com/LSUHSCHealth.
Fuente: Louisiana State University Health Sciences Center
No hay comentarios:
Publicar un comentario