Los resultados del estudio se han publicado en la revista PLOS Pathogens.
C. difficile provoca meteorismo, diarrea y dolor abdominal. En el año 2011 estuvo implicada en más de dos mil muertes en el Reino Unido. Esta bacteria forma parte de la microbiota (microflora) intestinal natural y, mientras otras bacterias convivan en el intestino para evitar su proliferación y diseminación, es totalmente inocua. Sin embargo, el tratamiento con antibióticos de amplio espectro como clindamicina puede destruir la flora intestinal natural, posibilitando la colonización por C. diffile.
«Tratamos ratones infectados por una cepa persistente de C. difficile con una serie de antibióticos, pero recaían sistemáticamente con un alto grado infeccioso o de virulencia», afirma el doctor Trevor Lawley, primer firmante del estudio, del Wellcome Trust Sanger Institute en el Reino Unido. «A continuación, tratamos los ratones con un trasplante fecal (heces homogeneizadas procedentes de un ratón sano) y así logramos eliminar la enfermedad y el estado de hipervirulencia sin recaídas en la mayoría de los casos".
El equipo decidió ir más lejos y aislar la bacteria específica responsable de la eliminación de C. difficile y de la restauración del equilibrio de la flora intestinal. Analizaron muchas combinaciones de bacterias hasta aislar un grupo de seis que eliminó la infección de la forma más eficaz.
C. difficile provoca meteorismo, diarrea y dolor abdominal. En el año 2011 estuvo implicada en más de dos mil muertes en el Reino Unido. Esta bacteria forma parte de la microbiota (microflora) intestinal natural y, mientras otras bacterias convivan en el intestino para evitar su proliferación y diseminación, es totalmente inocua. Sin embargo, el tratamiento con antibióticos de amplio espectro como clindamicina puede destruir la flora intestinal natural, posibilitando la colonización por C. diffile.
«Tratamos ratones infectados por una cepa persistente de C. difficile con una serie de antibióticos, pero recaían sistemáticamente con un alto grado infeccioso o de virulencia», afirma el doctor Trevor Lawley, primer firmante del estudio, del Wellcome Trust Sanger Institute en el Reino Unido. «A continuación, tratamos los ratones con un trasplante fecal (heces homogeneizadas procedentes de un ratón sano) y así logramos eliminar la enfermedad y el estado de hipervirulencia sin recaídas en la mayoría de los casos".
El equipo decidió ir más lejos y aislar la bacteria específica responsable de la eliminación de C. difficile y de la restauración del equilibrio de la flora intestinal. Analizaron muchas combinaciones de bacterias hasta aislar un grupo de seis que eliminó la infección de la forma más eficaz.
«Nuestros hallazgos ofrecen la posibilidad de evitar el uso excesivo de antibióticos y de aprovechar el potencial de las comunidades bacterianas naturales en el tratamiento de la infección por C. difficile y su transmisión», explica el profesor Gordon Dougan, otro autor del estudio. «El trasplante fecal se considera un tratamiento alternativo y su uso no está muy extendido debido al riesgo de introducir patógenos dañinos y a la aversión general de los pacientes".
Fuente: Cordis - tendencias21.net
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