Progresaron en la comunicación verbal mediante la representación hablada y actuada en el escenario. Brindaron obras que contenían desde dialogo hasta monólogo y la riqueza de expresión de estos jóvenes fue tornándose cada vez más estimulante. La compenetración de cada uno de ellos con el personaje fue notable.
Actrices y actores con capacidades diferentes representaron personajes ficticios en armoniosa comunicación.
En las representaciones no habladas, realizaron desde el mimo a la interpretación de títeres. Personificaron a titiriteros y títeres con sus propias expresiones corporales.También fue el turno del teatro de las sombras. Con música y movimientos trabajaron su lugar en el escenario. Esta riqueza creativa fue visualizada por el publico gracias a sus sombras
En un momento, se incluyó el dramatismo, utilizando como vehículo interpretativo, la expresión corporal mediante el recurso de sedas y telas.
Micaela fue notando progresos a medida que transcurrían las diferentes etapas de la actuación. Esta joven, como actriz, participó en todas las actuaciones, como podemos ver en las fotos.
Finalmente el progreso se transformó en un verdadero éxito. Con la sala del Teatro José Hernández de la localidad de Villa Ballester en Buenos Aires casi completa, fueron ovacionados con largos aplausos, pues lograron transmitir las emociones al público.
Agradecemos a Micaela Picarelli, quien impulsó la incorporación de los jóvenes con capacidades diferentes a la actuación y aportó este material para ser difundido.Gracias a un amigo, Carlos Picarelli...tío de la futura directora teatral por acercarnos esta experiencia y hacer conocer este hermoso proyecto de integración.
Contacto: cpicarelli@gmail.com
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