De cara al Día del Niño, a conmemorarse el próximo domingo, los ediles capitalinos distinguirán a Oren Domfrocht, quien a los 9 años ya expuso su primera muestra de arte: “Luz de mi vida”, que se exhibe desde el lunes, en la Casa de Tucumán en Buenos Aires (Suipacha 140).
Jai Domfrocht, quien presenta autismo, un trastorno psicológico que afecta todas las áreas de su desarrollo, se inclinó por el dibujo desde niño. Su primera muestra, que se exhibió en junio pasado en la sala Ezequiel Linares, situada en San Martín 251, representa retratos del mundo animal.
Los primeros dibujos de Oren Domfrocht, de 9 años, partieron de imágenes que había visto en la televisión, un año y medio después de que los médicos le diagnosticaran autismo.
Las perfectas proporciones que había en los personajes que llevaba al papel hizo que sus padres comenzaran a sospechar de su habilidad en el manejo de los crayones, luego los marcadores y finalmente de los lápices.
A los cinco años representó mediante una secuencia de dibujos a un pingüino sacudiéndose, como si intentara secarse, y a los ocho creó una variopinta serie de vacas que parecen fotografiadas.
La pasión por dibujar animales se le presentó hace tiempo, luego de que sus padres lo llevaran por primera vez al zoológico, rito que desde entonces se repite más de una vez al año.
La insospechada carrera de este niño prodigio del dibujo no contó ningún profesor de esa materia. Sí hubo maestros y médicos que lo siguieron de cerca y lo ayudaron a crecer. Pero, según recuerda su padre, Oren encaró el mundo del arte sólo.
Fuente: primerafuente.com.ar
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