Los autores del estudio, realizado en Canadá, aseguran que los resultados demuestran que se necesitan más investigaciones.
"Es muy pronto para decir 'Todos deberían beber café'. ¿Realmente produce alguna diferencia en la vida de una persona con Parkinson? Aún no lo sabemos", dijo el autor principal, doctor Ronald Postuma, de la Universidad McGill, en Montreal.
De todos modos, Postuma señaló que la cafeína suele ser segura, por lo que valdría la pena utilizarla en algunos pacientes que no responden adecuadamente al tratamiento y tienen somnolencia.
La Fundación Nacional del Parkinson estima que en Estados Unidos se diagnostican unos 50.000 ó 60.000 casos de Parkinson anualmente. Los síntomas suelen ser temblores y problemas con el movimiento y la coordinación.
No tiene cura, pero algunos medicamentos reducen la gravedad de los síntomas.
CUATRO TAZAS
El equipo de Postuma les indicó a 61 personas con Parkinson, de unos 60 años que tomaran al azar píldoras de cafeína o placebo durante seis semanas.
El grupo tratado con cafeína consumió 100 mg al despertarse y después de almorzar durante tres semanas y luego comenzó a tomar 200 mg dos veces por día. Una taza de café contiene 100 mg de cafeína y una gaseosa de 354 centímetros cúbicos contiene entre 30 y 50 mg.
Al finalizar el estudio, el grupo tratado con cafeína no tenía menos somnolencia, pero sí había disminuido algunos de sus síntomas, como la rigidez muscular y otros trastornos del movimiento.
En una escala de evaluación de los síntomas del Parkinson, la mejoría promedio fue de cinco puntos, según publica el equipo en la revista Neurology. Postuma explicó que un paciente con Parkinson durante unos pocos años obtendría un resultado de entre 30 y 40 puntos de esa escala.
"Cinco puntos es suficiente como para decir 'Sí, me siento un poco mejor; todo es algo más sencillo'. No es una diferencia enorme", dijo, pero aclaró que hasta un cambio pequeño en el Parkinson "puede tener un efecto concreto en la vida de los pacientes".
Postuma indicó que el fármaco de primera elección para tratar el Parkinson, levodopa, tiene un efecto entre tres y cuatro veces superior al observado con las píldoras de cafeína.
"Esto de ninguna manera reemplazará a levodopa si quedara demostrado más claramente que alivia los síntomas, pero tampoco es algo para subestimar", opinó el doctor Michael Schwarzschild, neurólogo del Hospital General de Massachusetts, en Boston, y autor de un comentario publicado sobre el estudio.
La mitad de los pacientes de ambos grupos tuvo algún efecto adverso; los más comunes fueron los dolores de estómago por el uso de las píldoras.
Se sabe que los consumidores de café tienen algo menos de riesgo de desarrollar Parkinson, pero eso no significa que el café, el té o las gaseosas causen un efecto directo en la enfermedad o sus síntomas.
"Por ahora, es algo que podría ser un poco útil para el Parkinson. El tiempo lo dirá" En tanto, el equipo asegura que un poco de cafeína extra quizás no dañe a nadie.
Las píldoras de cafeína son de venta libre y cuestan unos 10 centavos cada una.
Fuente: Neurology, online 1 de agosto del 2012
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