Para algunas de esas mujeres, incluso la conversación normal puede resultar dolorosa, hallaron investigadores suecos. Tal vez los médicos deban tomar en cuenta los niveles de estrés y cansancio de los pacientes cuando traten los problemas auditivos, sugiere el estudio.
"Cuando uno es hipersensible al sonido, algunos sonidos normales, como el traqueteo de los cubiertos o el sonido del motor de un coche, pueden parecer ensordecedores", explicó en un comunicado de prensa del Instituto Karolinska Dan Hasson, profesor asociado del departamento de fisiología y farmacología del instituto. "Dado lo común que es que las personas trabajen en ambientes con distintos tipos de sonidos perturbadores, esta hipersensibilidad pueden realmente resultar debilitadora para algunas personas".
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores expusieron a 208 mujeres y a 40 hombres entre los 23 y los 71 años de edad, que tenían unos niveles de cansancio emocional bajos, medianos o altos, a cinco minutos de estrés físico, mental y social.
El estrés físico consistió en hacer que los participantes pusieran la mano en hielo. También se sometieron a una prueba de estrés mental, y se les observó en una situación social estresante.
Aunque ninguno de los grupos tenía una sensibilidad al sonido distinta antes de la exposición al estrés, el estudio reveló que las mujeres con un nivel alto de cansancio emocional eran mucho más sensibles a los sonidos tras ser expuestas al estrés que otras mujeres que no estaban agotadas. Para algunas de estas mujeres, incluso las conversaciones normales eran demasiado ruidosas.
En contraste, los participantes con unos niveles bajos de agotamiento en realidad eran menos sensibles al sonido tras exponerse al estrés. Los investigadores apuntaron que esta es una reacción normal al estrés.
"Las formas graves de hipersensibilidad al sonido pueden obligar a las personas a aislarse y a evitar situaciones y ambientes potencialmente perturbadores", añadió Hasson, quien también está afiliado al Instituto de Investigación del Estrés de la Universidad de Estocolmo. "Nuestro estudio indica que los niveles de agotamiento y el estrés son factores adicionales que podrían tener que ser tomados en cuenta cuando se diagnostican y tratan los problemas del oído".
Aunque se identificó una tendencia similar entre los hombres, las diferencias no fueron estadísticamente significativas, anotaron los autores del estudio.
El estudio aparece en una edición reciente en línea de la revista PLoS ONE.
Fuente: Karolinska Institute, news release, Jan. 15, 2013
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