- Defienden el valor pedagógico de reflejar visualmente las ideas.
- Los niños son capaces de esquematizar conceptos.
Es evidente que hablar, leer y escribir son destrezas básicas e imprescindibles para el correcto aprendizaje del niño, pero cada vez más expertos están llamando la atención sobre la importancia de dibujar. No se trata tanto -o no sólo- de poseer habilidades artísticas como de comprender visualmente lo que se aprende en clase y entender que las ideas pueden expresarse en diagramas, esquemas, bocetos... incluso se pueden inventar nuevas maneras de reflejar conceptos clásicos, para así demostrar
que han entendido cabalmente.
La psicóloga Shaaron Ainsworth, de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), y otros autores comentan en el último número de la revista 'Science' el auge que está experimentando la investigación académica sobre las ventajas pedagógicas de saber representar gráficamente, sobre todo en el ámbito científico. Aunque lamentan que, en la práctica, esta actividad no está considerada como merecería.
"Realizar visualizaciones es esencial para el pensamiento científico", señalan. "Los investigadores no sólo usan palabras sino que también se apoyan en diagramas, gráficos, vídeos, fotografías y otras imágenes para hacer descubrimientos". Añaden, sin embargo, que "en las clases de ciencia, los estudiantes se centran en interpretar las visualizaciones de otros".
Los autores comentan un estudio realizado en la Universidad Deakin (Australia) con alumnos de entre 10 y 13 años, a los que se pedía que representaran visualmente conceptos científicos, como la evaporación del agua. "En una tarea, los estudiantes de una clase pusieron sus manos húmedas sobre papel y después se les animó a que representaran lo que ocurría a medida que la huella iba desapareciendo. Los dibujos reflejaban lo aprendido en lecciones anteriores por los alumnos, que razonaban sobre distribución y movimiento de partículas, intercambio de energía y secuenciación temporal", explican.
El informe repasa cinco motivos por los cuales, según los autores, el acto de dibujar debería estar reconocido al mismo nivel que leer, escribir o la expresión oral. En primer lugar, sostienen, involucra al alumno en las actividades de clase, en lugar de confinarle a un papel pasivo como receptor de información. El segundo argumento es que ayuda a comprender la realidad científica, a menudo, representada en gráficos, bocetos y otras clases de discursos no necesariamente verbales. En tercer término, la ciencia requiere a veces razonar a partir de diagramas o modelos visuales, como los que muestran el movimiento de las ondas sonoras en el aire.
Ser capaz de manipular estas representaciones gráficas para incorporar nuevas ideas, o adecuarlas a la observación, es un "razonamiento creativo distinto", según admiten los expertos, "pero complementario al razonamiento mediante argumentación", defienden.
Por otra parte, dibujar es una estrategia pedagógica que permite organizar mejor lo aprendido. En este sentido, los autores indican que dibujar tiene una ventaja sobre los habituales resúmenes o las exposiciones orales que se suelen pedir a los alumnos, ya que representar gráficamente un concepto requiere, además de capacidad de síntesis, destreza espacial. El último motivo que esgrimen Ainsworth y sus colaboradores es que dibujar ayuda a comunicar mejor. Los científicos, de hecho, deben hacerlo a menudo con el fin de "clarificar ideas para sus colegas, estudiantes y el público".
Fuente: elmundo.com
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