La enfermedad
El pian es una infección crónica que afecta principalmente a la piel, huesos y cartílagos.
La enfermedad aparece sobre todo en comunidades pobres de zonas tropicales, cálidas y húmedas, de África, Asia y América Latina.
El microorganismo causante es una bacteria llamada Treponema pertenue, una subespecie del Treponema pallidum causante de la sífilis venérea. Sin embargo, el pian no es una infección venérea.
Cerca del 75% de los pacientes son menores de 15 años (la incidencia máxima se registra en niños de 6 a 10 años); afecta a personas de ambos sexos y de todas las razas.
El pian se transmite principalmente por contacto directo con lesiones cutáneas de una persona infectada.
Al cabo de 2 a 4 semanas aparece una lesión cutánea en el punto de entrada de la bacteria. Si no se administra tratamiento, aparecen múltiples lesiones en todo el cuerpo.
El hacinamiento, la falta de higiene personal y el saneamiento deficiente facilitan la propagación de la enfermedad.
El pian raramente es mortal, pero puede producir desfiguración y discapacidad crónica.
El pian puede ser tratado con una dosis única de un antibiótico barato y eficaz. Una inyección de penicilina benzatina cura la enfermedad.
La enfermedad aparece sobre todo en comunidades pobres de zonas tropicales, cálidas y húmedas, de África, Asia y América Latina.
El microorganismo causante es una bacteria llamada Treponema pertenue, una subespecie del Treponema pallidum causante de la sífilis venérea. Sin embargo, el pian no es una infección venérea.
Cerca del 75% de los pacientes son menores de 15 años (la incidencia máxima se registra en niños de 6 a 10 años); afecta a personas de ambos sexos y de todas las razas.
El pian se transmite principalmente por contacto directo con lesiones cutáneas de una persona infectada.
Al cabo de 2 a 4 semanas aparece una lesión cutánea en el punto de entrada de la bacteria. Si no se administra tratamiento, aparecen múltiples lesiones en todo el cuerpo.
El hacinamiento, la falta de higiene personal y el saneamiento deficiente facilitan la propagación de la enfermedad.
El pian raramente es mortal, pero puede producir desfiguración y discapacidad crónica.
El pian puede ser tratado con una dosis única de un antibiótico barato y eficaz. Una inyección de penicilina benzatina cura la enfermedad.
Actividades de control del pian en el pasado
Entre 1950 y 1970 la OMS y el UNICEF llevaron a cabo una campaña mundial de control del pian en 46 países.
Mediante campañas masivas con equipos móviles en todos esos países se administró tratamiento a 50 millones de personas, y en 1970 la prevalencia de la enfermedad había disminuido en un 95%.
Lamentablemente, en los años setenta se desmantelaron los programas verticales en muchos países, y las actividades de lucha contra el pian se integraron en el sistema de atención primaria de salud para tratar los «últimos casos». Los recursos, la atención y el compromiso con las actividades de lucha contra la enfermedad desaparecieron gradualmente.
Hacia finales de los años setenta la enfermedad había empezado a reaparecer lentamente, y ello dio lugar a una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud (WHA 31.58) en 1978.
A comienzos de los años ochenta se intentó renovar las medidas de control en muchos países (especialmente en África Occidental), pero esos intentos fracasaron a los pocos años por falta de voluntad política y de recursos.
Desde 1995 se han vuelto a renovar los esfuerzos de eliminación en algunas regiones y países, pero no hay coordinación mundial.
Entre 1950 y 1970 la OMS y el UNICEF llevaron a cabo una campaña mundial de control del pian en 46 países.
Mediante campañas masivas con equipos móviles en todos esos países se administró tratamiento a 50 millones de personas, y en 1970 la prevalencia de la enfermedad había disminuido en un 95%.
Lamentablemente, en los años setenta se desmantelaron los programas verticales en muchos países, y las actividades de lucha contra el pian se integraron en el sistema de atención primaria de salud para tratar los «últimos casos». Los recursos, la atención y el compromiso con las actividades de lucha contra la enfermedad desaparecieron gradualmente.
Hacia finales de los años setenta la enfermedad había empezado a reaparecer lentamente, y ello dio lugar a una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud (WHA 31.58) en 1978.
A comienzos de los años ochenta se intentó renovar las medidas de control en muchos países (especialmente en África Occidental), pero esos intentos fracasaron a los pocos años por falta de voluntad política y de recursos.
Desde 1995 se han vuelto a renovar los esfuerzos de eliminación en algunas regiones y países, pero no hay coordinación mundial.
¿Es posible erradicar el pian?
- Los expertos creen que el pian se puede controlar fácilmente, y quizás incluso erradicar, por las siguientes razones:
- Sólo ocurre en el ser humano.
- Sólo quedan unos pocos focos localizados de infección.
- Existe un tratamiento potente y económico consistente en una única inyección de penicilina benzatina de acción prolongada.
- El diagnóstico clínico es fiable y requiere una capacitación mínima del personal sanitario.
- La experiencia adquirida indica que su eliminación ha sido posible en varios países. Más recientemente, también se ha eliminado el pian en la India.
Prevalencia pasada
Entre 1950 y 1970 se trató a 50 millones de personas. En los años noventa, la OMS calculó la prevalencia mundial en 2,5 millones, de los cuales 460 000 eran casos nuevos.
Prevalencia actual
Se desconoce la prevalencia actual porque desde 1990 no hay notificación oficial de la enfermedad a nivel mundial ni en muchos países.
Cada año se notifican cerca de 5000 casos nuevos en Asia Sudoriental, principalmente en Indonesia y Timor Leste.
Según informes no confirmados, el pian sigue presente en algunos países del África subsahariana y de la Región del Pacífico Occidental. Por ejemplo, en 2005 se notificaron unos 26 000 casos en Ghana y otros 18 000 en Papua Nueva Guinea.
No está claro si sigue habiendo casos de pian en las Américas.
Entre 1950 y 1970 se trató a 50 millones de personas. En los años noventa, la OMS calculó la prevalencia mundial en 2,5 millones, de los cuales 460 000 eran casos nuevos.
Prevalencia actual
Se desconoce la prevalencia actual porque desde 1990 no hay notificación oficial de la enfermedad a nivel mundial ni en muchos países.
Cada año se notifican cerca de 5000 casos nuevos en Asia Sudoriental, principalmente en Indonesia y Timor Leste.
Según informes no confirmados, el pian sigue presente en algunos países del África subsahariana y de la Región del Pacífico Occidental. Por ejemplo, en 2005 se notificaron unos 26 000 casos en Ghana y otros 18 000 en Papua Nueva Guinea.
No está claro si sigue habiendo casos de pian en las Américas.
Signos y síntomas
Desde el punto de vista clínico se distinguen básicamente dos fases de la enfermedad: temprana (infecciosa) y tardía (no infecciosa).
En la fase temprana, primero aparece en el lugar de entrada del microorganismo causal una pápula que está llena de espiroquetas y puede persistir durante 3 a 6 meses, aunque acaba curándose de forma natural. Sin embargo, en ausencia de tratamiento, después aparecen lesiones cutáneas diseminadas por todo el cuerpo. También pueden aparecer dolores y lesiones óseas.
El pian tardío aparece pasados 5 años de la infección inicial y se caracteriza por hiperqueratosis palmoplantar y lesiones nasales y óseas destructivas y discapacitantes.
Sobre el terreno, el diagnóstico se basa principalmente en los datos clínicos y epidemiológicos.
Desde el punto de vista clínico se distinguen básicamente dos fases de la enfermedad: temprana (infecciosa) y tardía (no infecciosa).
En la fase temprana, primero aparece en el lugar de entrada del microorganismo causal una pápula que está llena de espiroquetas y puede persistir durante 3 a 6 meses, aunque acaba curándose de forma natural. Sin embargo, en ausencia de tratamiento, después aparecen lesiones cutáneas diseminadas por todo el cuerpo. También pueden aparecer dolores y lesiones óseas.
El pian tardío aparece pasados 5 años de la infección inicial y se caracteriza por hiperqueratosis palmoplantar y lesiones nasales y óseas destructivas y discapacitantes.
Sobre el terreno, el diagnóstico se basa principalmente en los datos clínicos y epidemiológicos.
- Persona que viva en una zona endémica (el 75% de los pacientes son menores de 15 años) y presente uno o más de los siguientes signos:
- úlcera indolora con costra
- papilomas
- hiperqueratosis (engrosamiento de la piel) palmoplantar.
Tratamiento
Una inyección intramuscular única de penicilina benzatina es curativa. Las recaídas son muy raras. La dosis es de 1,2 millones de unidades para los adultos y de 600.000 unidades para los niños.
En pacientes alérgicos a la penicilina se pueden utilizar tetraciclinas, eritromicina o doxiciclina.
Una inyección intramuscular única de penicilina benzatina es curativa. Las recaídas son muy raras. La dosis es de 1,2 millones de unidades para los adultos y de 600.000 unidades para los niños.
En pacientes alérgicos a la penicilina se pueden utilizar tetraciclinas, eritromicina o doxiciclina.
Complicaciones
Sin tratamiento, cerca del 10% de los pacientes presentan complicaciones desfigurantes y discapacitantes a los 5 años, porque la enfermedad puede causar una gran destrucción de la piel y los huesos. Asimismo, puede causar deformidades de las piernas, la nariz, el paladar y el maxilar superior.
Sin tratamiento, cerca del 10% de los pacientes presentan complicaciones desfigurantes y discapacitantes a los 5 años, porque la enfermedad puede causar una gran destrucción de la piel y los huesos. Asimismo, puede causar deformidades de las piernas, la nariz, el paladar y el maxilar superior.
Prevención
No hay vacuna contra el pian. La prevención se basa en la interrupción de la transmisión mediante el diagnóstico y tratamiento tempranos de los pacientes y de sus contactos.
No hay vacuna contra el pian. La prevención se basa en la interrupción de la transmisión mediante el diagnóstico y tratamiento tempranos de los pacientes y de sus contactos.
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