Consiste en la administración de una única pastilla que, según los expertos, podría incluso conseguir la erradicación definitiva de esta infección crónica que erosiona la piel, los huesos y los cartílagos.
Este hallazgo, afirma el principal autor de la investigación, Oriol Mitjà, "abre las puertas a que, por segunda vez en la historia, se pueda erradicar una enfermedad. La primera fue la viruela, en 1978". Un gran logro para la salud pública mundial, sobre todo "si pensamos que se trata de una enfermedad doblemente olvidada, ya que afecta a los niños [el 75% de los afectados son menores de 15 años], una población con la que no se hace investigación casi nunca".
Se calcula que hay más de 500.000 personas con esta enfermedad, principalmente en poblaciones pobres y marginadas de África, Asia y América del Sur. Se transmite por contacto cutáneo, habitualmente a través de heridas, que son las que permiten la entrada de la bacteria que lo produce (Treponema pertenue). "Se disemina por todo el cuerpo yaparecen lesiones cutáneas. Si no se trata, en menos de un año puede penetrar en los huesos y producir deformaciones óseas", explica Mitjá en su artículo, publicado en la revista The Lancet.
Ya en 1950, cuando había más de 50 millones de personas con Pian en el mundo, la OMS puso en marcha una campaña de control en 46 países, basada en un tratamiento con inyecciones de penicilina. En 1970 la prevalencia se redujo en un 95%. Sin embargo, puntualiza Mitjà, "la cobertura no fue total y no se consiguió erradicar la enfermedad. Quedaron focos residuales en zonas remotas y ahí es donde está resurgiendo 40 años después".
Este hallazgo, afirma el principal autor de la investigación, Oriol Mitjà, "abre las puertas a que, por segunda vez en la historia, se pueda erradicar una enfermedad. La primera fue la viruela, en 1978". Un gran logro para la salud pública mundial, sobre todo "si pensamos que se trata de una enfermedad doblemente olvidada, ya que afecta a los niños [el 75% de los afectados son menores de 15 años], una población con la que no se hace investigación casi nunca".
Se calcula que hay más de 500.000 personas con esta enfermedad, principalmente en poblaciones pobres y marginadas de África, Asia y América del Sur. Se transmite por contacto cutáneo, habitualmente a través de heridas, que son las que permiten la entrada de la bacteria que lo produce (Treponema pertenue). "Se disemina por todo el cuerpo yaparecen lesiones cutáneas. Si no se trata, en menos de un año puede penetrar en los huesos y producir deformaciones óseas", explica Mitjá en su artículo, publicado en la revista The Lancet.
Ya en 1950, cuando había más de 50 millones de personas con Pian en el mundo, la OMS puso en marcha una campaña de control en 46 países, basada en un tratamiento con inyecciones de penicilina. En 1970 la prevalencia se redujo en un 95%. Sin embargo, puntualiza Mitjà, "la cobertura no fue total y no se consiguió erradicar la enfermedad. Quedaron focos residuales en zonas remotas y ahí es donde está resurgiendo 40 años después".
Una segunda oportunidad
En un nuevo intento por controlar el Pian, Mitjà y su equipo proponen una alternativa a la penicilina: un tratamiento antimicrobiano oral denominado azitromicina. Resulta tan eficaz como la terapia convencional y además presenta algunas ventajas: "Su administración no requiere personal médico, no causa efectos secundarios (alergias) ni tiene el riesgo de contagiar infecciones por vía parenteral (VIH y herpes)", según reza el artículo. "Tampoco produce el dolor persistente o los abcesos que a veces ocurren con los inyectables", agrega el experto español.
Así lo constató el grupo de científicos en un ensayo clínico realizado con 250 niños de Papúa Nueva Guinea (entre seis meses y 15 años). La mitad recibió inyecciones de penicilina y la otra mitad una pastilla de azitromicina. Aunque en 15 días la pastilla consiguió curar la lesión cutánea y el hueso, el seguimiento se prolongó durante seis meses. En ese tiempo, quienes tomaron el nuevo tratamiento tuvieron una tasa de curación de un 96% frente al 93% de aquellos que fueron tratados con penicilina. "No encontramos resistencia ni intolerencia ni observamos efectos adversos", apuntan los autores en el estudio.
Aunque no hay análisis sobre el coste y la eficacia, "creemos que como no necesita jeringuilla ni personal médico, probablemente sería costo-eficaz", subraya Mitjà.
Ahora que la OMS conoce los resultados de este prometedor estudio, se ha establecido una reunión en Ginebra el 5 de marzo para decidir si se realiza un cambio de política en el tratamiento del Pian. Una vez se apruebe, afirma el investigador Mitjà, "lo que haremos será administrar la azitromicina de forma masiva a unas 20.000 personas en la isla de Lihir (en Papúa Nueva Guinea) para demostrar que elimina la enfermedad. Será entonces cuando la OMS implemente esta nueva estrategia en el resto del mundo". Si Mitjà calcula que en la isla de Lihir podrá eliminarse Pian "en unos cinco años, la erradicación mundial llevará unos 20", augura.
En un nuevo intento por controlar el Pian, Mitjà y su equipo proponen una alternativa a la penicilina: un tratamiento antimicrobiano oral denominado azitromicina. Resulta tan eficaz como la terapia convencional y además presenta algunas ventajas: "Su administración no requiere personal médico, no causa efectos secundarios (alergias) ni tiene el riesgo de contagiar infecciones por vía parenteral (VIH y herpes)", según reza el artículo. "Tampoco produce el dolor persistente o los abcesos que a veces ocurren con los inyectables", agrega el experto español.
Así lo constató el grupo de científicos en un ensayo clínico realizado con 250 niños de Papúa Nueva Guinea (entre seis meses y 15 años). La mitad recibió inyecciones de penicilina y la otra mitad una pastilla de azitromicina. Aunque en 15 días la pastilla consiguió curar la lesión cutánea y el hueso, el seguimiento se prolongó durante seis meses. En ese tiempo, quienes tomaron el nuevo tratamiento tuvieron una tasa de curación de un 96% frente al 93% de aquellos que fueron tratados con penicilina. "No encontramos resistencia ni intolerencia ni observamos efectos adversos", apuntan los autores en el estudio.
Aunque no hay análisis sobre el coste y la eficacia, "creemos que como no necesita jeringuilla ni personal médico, probablemente sería costo-eficaz", subraya Mitjà.
Ahora que la OMS conoce los resultados de este prometedor estudio, se ha establecido una reunión en Ginebra el 5 de marzo para decidir si se realiza un cambio de política en el tratamiento del Pian. Una vez se apruebe, afirma el investigador Mitjà, "lo que haremos será administrar la azitromicina de forma masiva a unas 20.000 personas en la isla de Lihir (en Papúa Nueva Guinea) para demostrar que elimina la enfermedad. Será entonces cuando la OMS implemente esta nueva estrategia en el resto del mundo". Si Mitjà calcula que en la isla de Lihir podrá eliminarse Pian "en unos cinco años, la erradicación mundial llevará unos 20", augura.
Fuente: elmundo.es
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