Los hacen esta semana en hospitales, instituciones y lugares públicos. La mitad de los infectados no lo sabe. Las dos variantes de la enfermedad pueden provocar cirrosis y hasta cáncer de hígado.
En Argentina hay al menos 1 millón de personas que están infectadas por los virus de la hepatitis B y C , pero la mitad lo desconoce. Para hacer que esa mitad también acceda al diagnóstico y al tratamiento oportuno, esta semana la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH) organizó una gran campaña para que hospitales públicos e instituciones privadas de diferentes ciudades hagan pruebas para detectar las hepatitis.
Además, el sábado 28 –el Día Mundial contra la Hepatitis– se intentará alcanzar un récord para el libro de los Guinnes con un encuentro en el Planetario de la ciudad de Buenos Aires, organizado por la Asociación, juntamente con la Fundación HCV Sin Fronteras y la Alianza Mundial Hepatitis. Allí, también habrá detecciones que se llevarán a cabo en colaboración con el Instituto Malbrán.
Y el Ministerio de Salud de la Nación dará 300 dosis de la vacuna contra la hepatitis B. El programa Buenos Aires Trasplante, dependiente de la cartera de salud porteña, también estará presente con un stand que invitará a ser donante de órganos.
El acto central será este sábado a las 11, y la idea es advertir que las hepatitis B y C están más cerca de lo que habitualmente se cree. Y si no están diagnosticadas ni controladas, ambas infecciones pueden causar cirrosis y cáncer de hígado en los afectados.
“Queremos invitar a la población a que se haga el test para detectar los virus de la hepatitis. Muchas personas no saben que están infectadas, porque las hepatitis casi no dan síntomas ”, afirmó Adrián Gadano, jefe de sección de hepatología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
¿Y cómo se llega a estar infectado por los virus? “Las hepatitis B y C se transmiten a través de transfusiones con sangre contaminada, compartir agujas, o usar material mal esterilizado en tatuajes, piercing y acupuntura. El virus de la hepatitis B se transmite también por relaciones sexuales. Esto último sucede en menor medida con el virus de la hepatitis C”, explicó Alejandra Villamil, secretaria de la AAEEH.
“Las transfusiones de sangre están ahora más controladas, pero hay gente que se infectó en décadas pasadas, y que aún no fue diagnosticada. Impulsamos a que todo adulto se haga el test porque cualquier persona puede haber estado expuesta a los virus de las hepatitis B y C”, advirtió Gadano, ex presidente de la Sociedad Argentina de Trasplante.
El diagnóstico de las infecciones se hace a través de una simple extracción de sangre que permite medir si el organismo humano desarrolló anticuerpos contra los virus. “Si hay anticuerpos, significa que el virus está presente. Después se hacen otros tests para confirmar y determinar la carga viral y el genotipo”, explicó Gadano.
Hoy se cuenta con tratamientos para ambas hepatitis , que desde 2012 el Ministerio de Salud de la Nación cubre gratis para aquellas personas que no poseen cobertura médica. “El tratamiento para la hepatitis C está cambiando notablemente . Hace 15 años, sólo se curaba el 10% de los pacientes”, recordó Hugo Fainboim, jefe del servicio de hepatología del Hospital Muñiz. Años atrás, se usaba el interferón estándar. Después, se recetó el interferón pegilado, y luego se sumó la ribavirina. Con esta última combinación, se curaba el 45% de los pacientes con el genotipo 1 del virus de la hepatitis C”.
En cambio, ahora hay mejores perspectivas . Hay dos nuevos medicamentos que fueron ya aprobados por ANMAT: son inhibidores que controlan la replicación del virus y se llaman telaprevir y boceprevir. “Con los nuevos fármacos –señaló Fainboim– se pueden llegar a curar hasta el 80% de los pacientes con genotipo 1”.
Además, el sábado 28 –el Día Mundial contra la Hepatitis– se intentará alcanzar un récord para el libro de los Guinnes con un encuentro en el Planetario de la ciudad de Buenos Aires, organizado por la Asociación, juntamente con la Fundación HCV Sin Fronteras y la Alianza Mundial Hepatitis. Allí, también habrá detecciones que se llevarán a cabo en colaboración con el Instituto Malbrán.
Y el Ministerio de Salud de la Nación dará 300 dosis de la vacuna contra la hepatitis B. El programa Buenos Aires Trasplante, dependiente de la cartera de salud porteña, también estará presente con un stand que invitará a ser donante de órganos.
El acto central será este sábado a las 11, y la idea es advertir que las hepatitis B y C están más cerca de lo que habitualmente se cree. Y si no están diagnosticadas ni controladas, ambas infecciones pueden causar cirrosis y cáncer de hígado en los afectados.
“Queremos invitar a la población a que se haga el test para detectar los virus de la hepatitis. Muchas personas no saben que están infectadas, porque las hepatitis casi no dan síntomas ”, afirmó Adrián Gadano, jefe de sección de hepatología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
¿Y cómo se llega a estar infectado por los virus? “Las hepatitis B y C se transmiten a través de transfusiones con sangre contaminada, compartir agujas, o usar material mal esterilizado en tatuajes, piercing y acupuntura. El virus de la hepatitis B se transmite también por relaciones sexuales. Esto último sucede en menor medida con el virus de la hepatitis C”, explicó Alejandra Villamil, secretaria de la AAEEH.
“Las transfusiones de sangre están ahora más controladas, pero hay gente que se infectó en décadas pasadas, y que aún no fue diagnosticada. Impulsamos a que todo adulto se haga el test porque cualquier persona puede haber estado expuesta a los virus de las hepatitis B y C”, advirtió Gadano, ex presidente de la Sociedad Argentina de Trasplante.
El diagnóstico de las infecciones se hace a través de una simple extracción de sangre que permite medir si el organismo humano desarrolló anticuerpos contra los virus. “Si hay anticuerpos, significa que el virus está presente. Después se hacen otros tests para confirmar y determinar la carga viral y el genotipo”, explicó Gadano.
Hoy se cuenta con tratamientos para ambas hepatitis , que desde 2012 el Ministerio de Salud de la Nación cubre gratis para aquellas personas que no poseen cobertura médica. “El tratamiento para la hepatitis C está cambiando notablemente . Hace 15 años, sólo se curaba el 10% de los pacientes”, recordó Hugo Fainboim, jefe del servicio de hepatología del Hospital Muñiz. Años atrás, se usaba el interferón estándar. Después, se recetó el interferón pegilado, y luego se sumó la ribavirina. Con esta última combinación, se curaba el 45% de los pacientes con el genotipo 1 del virus de la hepatitis C”.
En cambio, ahora hay mejores perspectivas . Hay dos nuevos medicamentos que fueron ya aprobados por ANMAT: son inhibidores que controlan la replicación del virus y se llaman telaprevir y boceprevir. “Con los nuevos fármacos –señaló Fainboim– se pueden llegar a curar hasta el 80% de los pacientes con genotipo 1”.
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