Investigadores han identificado áreas específicas de los cerebros de los niños que son activadas mediante el humor, en un estudio que es el primero de su tipo.
Los hallazgos, que aparecen en la edición del 1 de febrero de la revistaJournal of Neuroscience, proveen una base para la comprensión de la forma en que el humor y otras emociones positivas pueden afectar el bienestar de un niño, según el equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
"El humor es un componente muy importante de la salud emocional, ya que mantiene las relaciones, desarrolla la función cognitiva [del cerebro] e incluso quizás la salud médica", aseguró en un comunicado de prensa de la universidad el autor principal del estudio, el Dr. Allan Reiss, director del Centro de Investigación en Ciencias Interdisciplinarias del Cerebro de la Stanford.
Un sentido del humor fuerte es una parte importante de la emoción positiva, y podría ayudar a que los niños sean más resistentes, anotó.
"En particular, creemos que un sentido del humor equilibrado y coherente podría ayudar a los niños a negociar el periodo difícil de la preadolescencia y la adolescencia", señaló Reiss.
Los investigadores usaron IRM funcional para escanear los cerebros de quince niños de 6 a 12 años de edad mientras veían videos cortos que se categorizaron como divertidos, positivos o neutrales. Ver los videos positivos resultaba satisfactorio, pero no eran divertidos. Los videos neutrales no eran ni satisfactorios ni divertidos.
Los escáneres cerebrales mostraron que los videos graciosos activaban dos regiones de los cerebros de los niños que también responden al humor en los adultos. Sin embargo, esos circuitos no están tan desarrollados en los niños.
El humor activaba la región mesolímbica de los niños, que procesa las recompensas, y el área temporal-occipital-parietal, que procesa las incongruencias percibidas. Las incongruencias son cosas que van unidas pero que representan opuestos (por ejemplo, muchos payasos que salen de un coche minúsculo).
Los videos positivos activaban el área de procesamiento de la recompensa, pero no el área que procesa la incongruencia. Esto sugiere que la incongruencia, algo que sorprende al cerebro, es un factor importante del humor, concluyeron los investigadores.
"Es atractivo estudiar los estados emocionales negativos como la depresión y la ansiedad, pero no se puede comprender del todo por qué un niño tiene estabilidad o inestabilidad emocional hasta que se ven ambas caras de la moneda", señaló Reiss en el comunicado de prensa. "Este trabajo prepara el terreno para ayudarnos a observar cómo el humor predice la resistencia y el bienestar".
Fuente: Stanford University School of Medicine
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