Los médicos recomiendan su diagnóstico y tratamiento entre los 6 y los 12 años.
La hiperactividad está detrás de entre el diez y el veinte por ciento de los trastornos de conducta infantiles, como el fracaso escolar o el déficit de atención (TDAH), según ha revelado a EFE el médico Moisés Aguilar, del Hospital USP San Jaime de Torrevieja (Alicante).
Además, en el 75 % de los niños diagnosticados, el trastorno de hiperactividad tiene un origen genético, por lo que es importante realizar un diagnóstico precoz de esa patología a fin de iniciar un tratamiento lo más temprano posible.
Aguilar coordina el nuevo servicio de Neurometría del Hospital USP San Jaime de Torrevieja, único en la Comunitat, en el que se trata este tipo de patologías.
Este facultativo sostiene que un diagnóstico precoz (entre los 6 y los 12 años) de la hiperactividad y su tratamiento con la tecnología de electroestimulación cerebral y el neurofeedback resultan efectivos en un 70 por ciento de los casos.
"Cuando se combina con fármacos y logopedia los resultados son espectaculares", ha afirmado Aguilar, quien ha indicado que, de hecho, "existen casos de niños que fracasan académicamente durante dos años y que, tras el tratamiento, se equiparan al resto de compañeros de su clase en apenas dos meses".
Según este especialista en Neurometría, ciencia que permite cuantificar la función cerebral, la hiperactividad afecta a un rango de entre el 5 y el 10 por ciento de la población infanto-juvenil.
Nuevas técnicas
A través de este campo de la medicina se puede saber de forma objetivasi un niño padece hiperactividad y no como hasta hace unos años, cuando sus diagnósticos se basaban en la subjetividad del facultativo y la familia.
Los estudios médicos que se realizan en la actualidad, adaptados a la edad y características de cada paciente, permiten cuantificar la función cerebral (a través del marcador biológico de las ondas cerebrales) en una escala temporal de un milisegundo.
"El fracaso escolar es un problema frecuente en niños y adolescentes que puede tener causas variadas: médicas, psiquiátricas, psicológicas, sociales o ambientales, entre otras", ha manifestado Aguilar.
A través de este campo de la medicina se puede saber de forma objetivasi un niño padece hiperactividad y no como hasta hace unos años, cuando sus diagnósticos se basaban en la subjetividad del facultativo y la familia.
Los estudios médicos que se realizan en la actualidad, adaptados a la edad y características de cada paciente, permiten cuantificar la función cerebral (a través del marcador biológico de las ondas cerebrales) en una escala temporal de un milisegundo.
"El fracaso escolar es un problema frecuente en niños y adolescentes que puede tener causas variadas: médicas, psiquiátricas, psicológicas, sociales o ambientales, entre otras", ha manifestado Aguilar.
Buscar el origen
Cuando se presenta, ha señalado, debe buscarse cuidadosamente el origen y tratarlo de la manera más inmediata posible. Los estudios han demostrado que el TDAH se asocia al fracaso escolar y que no está determinada ni por el tipo de centro escolar (público o privado), ni por la zona sociodemográfica.
"Las terapias que se aplican en Neurometría mejoran significativamente situaciones que muchos de los padres sienten que se les han escapado de las manos", ha expuesto.
Una vez diagnosticada la patología mediante los análisis QEEG (encefalograma cuantitativo), lo más adecuado es realizar un tratamiento integral que incluye la intervención psicológica y nuevas técnicas recién llegadas a España, como la electroestimulación cerebral y el neurofeedback.
En la electroestimulación cerebral se aplican ondas electromagnéticas de forma directa (transcranealmente, con impulsos que oscilan entre 1 y 2 miliamperios) para estimular una zona concreta del cerebro, dependiendo del cuadro clínico del paciente y sus necesidades.
Cuando se presenta, ha señalado, debe buscarse cuidadosamente el origen y tratarlo de la manera más inmediata posible. Los estudios han demostrado que el TDAH se asocia al fracaso escolar y que no está determinada ni por el tipo de centro escolar (público o privado), ni por la zona sociodemográfica.
"Las terapias que se aplican en Neurometría mejoran significativamente situaciones que muchos de los padres sienten que se les han escapado de las manos", ha expuesto.
Una vez diagnosticada la patología mediante los análisis QEEG (encefalograma cuantitativo), lo más adecuado es realizar un tratamiento integral que incluye la intervención psicológica y nuevas técnicas recién llegadas a España, como la electroestimulación cerebral y el neurofeedback.
En la electroestimulación cerebral se aplican ondas electromagnéticas de forma directa (transcranealmente, con impulsos que oscilan entre 1 y 2 miliamperios) para estimular una zona concreta del cerebro, dependiendo del cuadro clínico del paciente y sus necesidades.
Entrenar el cerebro
Por su parte, el neurofeedback es una técnica de entrenamiento para el cerebro en el que el paciente realiza diversas acciones sólo a través del pensamiento (mover un coche, por ejemplo), las cuales se ven reflejadas en una pantalla.
"Estas técnicas suponen el mayor avance médico para las personas con trastorno mental, problemas de aprendizaje e, incluso, pacientes con autismo, asperger o trastornos similares", ya que "mejoran la atención, motivación, concentración, memoria, capacidad de cálculo, lenguaje oral, comprensión lectora y estados de ánimo", ha destacado.
A su juicio, estos trastornos necesitan actuaciones específicas en "el ámbito familiar, sanitario y socio-educativo", por lo que, "con la participación conjunta y la integración funcional" de estas tres estructuras y un tratamiento lo más precoz posible, "la recuperación está prácticamente asegurada".
Por su parte, el neurofeedback es una técnica de entrenamiento para el cerebro en el que el paciente realiza diversas acciones sólo a través del pensamiento (mover un coche, por ejemplo), las cuales se ven reflejadas en una pantalla.
"Estas técnicas suponen el mayor avance médico para las personas con trastorno mental, problemas de aprendizaje e, incluso, pacientes con autismo, asperger o trastornos similares", ya que "mejoran la atención, motivación, concentración, memoria, capacidad de cálculo, lenguaje oral, comprensión lectora y estados de ánimo", ha destacado.
A su juicio, estos trastornos necesitan actuaciones específicas en "el ámbito familiar, sanitario y socio-educativo", por lo que, "con la participación conjunta y la integración funcional" de estas tres estructuras y un tratamiento lo más precoz posible, "la recuperación está prácticamente asegurada".
Fuente: abc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario