La monitorización de la autorregulación es una técnica no invasiva que puede determinar que el flujo sanguíneo al cerebro podría ser bajo. El otro método, una prueba sanguínea, usa una pequeña muestra de sangre para detectar una lesión del tejido cerebral durante la cirugía.
Antes, los médicos carecían de una forma de detectar las lesiones cerebrales mientras ocurrían durante la cirugía cardiaca.
Los detalles de la investigación fueron presentados el miércoles durante una conferencia de prensa de la American Heart Association.
Las lesiones cerebrales ocurren en 30 a 70 por ciento de los bebés y niños que se someten a cirugía para reparar defectos cardiacos congénitos, que son anomalías del corazón que se hallan presentes en el nacimiento. Por cada mil nacimientos vivos en EE. UU., unos ocho bebés tendrán algún tipo de defecto cardiaco, según un comunicado de prensa de la asociación del corazón.
El estudio piloto buscaba evaluar la factibilidad de las nuevas formas de monitorizar el daño cerebral mientras los niños se someten a cirugía para reparar defectos cardiacos. Los investigadores planean llevar a cabo otro estudio para evaluar la eficacia de esas técnicas de monitorización cerebral 18 meses tras la cirugía.
Los datos y conclusiones de los investigadores deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica reseñada por profesionales.
Fuente: American Heart Association, news release, April 25, 2012
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