El relevamiento del Instituto de Hemoterapia del Ministerio de Salud de la Provincia da cuenta además que de los 150 mil litros de la sangre recolectada en 2011, el 33 por ciento corresponde a donaciones voluntarias.
“Nuestro desafío es cambiar un hábito cultural arraigado en la sociedad. Las campañas para donar sangre siempre se basaron en un pedido específico, individual. Y nosotros apostamos a la conciencia colectiva, a la donación de sangre solidaria en cualquier momento, cuando uno se encuentra sano y puede hacerlo”, afirmó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia.
De acuerdo con los datos, en 2011 donaron sangre 313 mil bonaerenses, de los cuales el 37,5 por ciento tiene entre 18 y 30 años; seguidos por el grupo de 30 a 40 con el 29,4 por ciento.
“Estamos aumentando la cantidad de donantes voluntarios, las colectas de sangre y la conciencia de la necesidad de contar con un banco de sangre disponible en todo momento ante cualquier emergencia”, consideró Collia y destacó que “este logro tiene mucho que ver las campañas públicas de información y las colectas externas realizadas por el ministerio de Salud”.
Por su parte, la directora del Instituto Provincial de Hemoterapia Nora Etchenique precisó a Télam que “el aumento de donantes jóvenes está directamente relacionado con el aumento de colectas externas en facultades y centros de estudiantes. También ha crecido considerablemente la actividad de promoción en el ámbito educativo secundario, lo que prepara futuros donantes”.
“Hay una clara concientización de los jóvenes y el trabajo que hacemos con la universidades y los clubes nos permiten hacer visible esta necesidad”, agregó.
Los datos revelan que el promedio de edad de los hombres donantes es de 37 años, mientras que en 2007 ese promedio era de 42; en tanto que la edad promedio de las mujeres es 35, mientras que en 2007 era 41.
“Estas cifras demuestran cómo va creciendo el compromiso del donante mientras baja la edad promedio. Nosotros creemos que la concientización viene de la mano de los jóvenes”, remarcó Etchenique.
La funcionaria consideró que “el trabajo específico que se hace, llevando a ministerios o lugares públicos de trabajo la colecta dos veces por año nos permite relacionarnos y acercarnos directamente a la gente”.
Por otra parte, el Ministerio de Salud precisó que en la provincia de Buenos Aires por año más de 50 mil personas requieren de sangre donada, y un 13% de ellos son niños, según los datos del 2011.
La donación de sangre contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren enfermedades potencialmente mortales, sirve de apoyo a la realización de procedimientos médicos y quirúrgicos complejos, es insustituible para el tratamiento de muchas enfermedades y la única forma de conseguir este insumo es a través de la donación voluntaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó este año el lema "Cada donante de sangre es un héroe”, con el objetivo de fomentar la donación voluntaria no remunerada en todo el mundo.
Actualmente sólo 62 países cuentan con un suministro de sangre proveniente en un cien por ciento de los donantes voluntarios.
Fuente: telam.com.ar
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