Nuevas guías de un panel de expertos estadounidense recomiendan que los adultos mayores con alto riesgo de sufrir caídas hagan fisioterapia y tomen suplementos de vitamina D para reducir la posibilidad de lesionarse.
Las caídas son "un problema común y, a menudo, subestimado porque los médicos ignorarían el riesgo de sus pacientes", dijo el doctor Albert Siu, profesor de la Escuela de Medicina de Mount Sinai, en Nueva York, y vice copresidente de la Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por su nombre en inglés), que acaba de publicar las guías.
"Al preguntarles a los pacientes sobre las caídas y observar cómo caminan, los médicos pueden determinar quiénes tienen alto riesgo y podrían beneficiarse" con la prevención.
El experto aclaró que las caídas son la causa principal de lesiones en los adultos mayores.
Las guías, publicadas en Annals of Internal Medicine, dicen que el 30-40 por ciento de los mayores de 65 años se caen por lo menos una vez por año y que el 5-10 por ciento de ellos tendrá una lesión grave, como una fractura de cadera, como resultado.
Las recomendaciones de la USPSTF son una actualización de las guías de 1996. Desde entonces, se realizó una gran cantidad de estudios sobre qué deberían hacer los adultos mayores para prevenir las caídas y qué sería lo más efectivo.
Las guías citan, por ejemplo, que corregir la visión, usar un protector de cadera, suspender algunos medicamentos o tomar suplementos proteicos no reducen el riesgo de tener una caída.
En cambio, el consumo de vitamina D, el ejercicio y la fisioterapia son moderadamente efectivas al reducir el riesgo un 13 a un 17 por ciento. Eso se traduce en que cada año tendrían una caída 26 de cada 100 adultos mayores en lugar de 30 de cada 100.
Al revisar las pruebas sobre la vitamina D, la USPSTF halló que 10 adultos mayores tendrían que tomar suplementos para evitar que uno se caiga.
Siu indicó que la dosis habitual es de 800 unidades internacionales (UI) por día y que los estudios sugieren tomar vitamina D durante un año para notar los beneficios.
En cuanto al ejercicio y la fisioterapia, 16 personas deberían participar en un programa de 12 semanas para evitar que una se caiga. Siu comentó que no existe un único régimen físico que ayude a prevenir las caídas y recomendó consultar al médico sobre el mejor programa para sostener en el largo plazo.
El experto señaló que los médicos pueden detectar a los pacientes con alto riesgo de caerse mediante evaluaciones informales, como observar el equilibrio al caminar o preguntarles si tuvieron una caída recientemente.
Otros test más formales incluyen medir cuánto demora un paciente en levantarse de una silla, dar algunos pasos y volver al mismo lugar.
La USPSTF no recomienda hacer evaluaciones más detalladas en los pacientes de alto riesgo, como poner a prueba el equilibrio o saber si el hogar tiene obstáculos riesgosos. Para Siu, esa evaluación tendría un beneficio menor para el adecuado manejo de los riesgos, por lo que sólo debería quedar reservada a los pacientes que realmente se beneficiarían.
Fuente: Annals of Internal Medicine, 28 de mayo del 2012
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