"Es desafortunado este resultado, pero no cierra el camino para seguir investigando", opinó la doctora Tiffany Moore Simas, profesora asociada de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de la University of Massachusetts, en Worcester, que no participó del estudio.
Cuando no se tratan, la diabetes gestacional y la preeclampsia causan complicaciones graves o fatales para la madre y el bebé.
Se estima que entre el 3 y el 8 por ciento de las embarazadas de Estados Unidos desarrolla diabetes gestacional, mientras que la preeclampsia (aumento de la presión y de la proteína en orina) provoca el 18 por ciento de la mortalidad materna en el país.
En el nuevo estudio, publicado en American Journal of Clinical Nutrition, el equipo de Maria Makrides, de la Universidad de Adelaida, analizó información de 2.400 mujeres atendidas en cinco centros especializados en embarazo entre octubre del 2005 y enero del 2008.
Todas las participantes tomaron tres cápsulas diarias de aceite de pescado rico en ácido docosahexaenoico (DHA), que es un omega-3, o de una mezcla de tres aceites vegetales. Ni las participantes ni los investigadores conocían qué tratamiento había utilizado cada mujer.
El 8 por ciento desarrolló diabetes gestacional y el 5 por ciento, preeclampsia.
Las usuarias del aceite de pescado tuvieron un 3 por ciento menos riesgo de desarrollar diabetes gestacional y un 13 por ciento menos riesgo de desarrollar preeclampsia que el grupo de control, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa.
"No hay necesidad de consumir aceite de pescado para prevenir la diabetes gestacional o la preeclampsia", dijo Makrides.
Al analizar las complicaciones del parto, tres bebés murieron y ningún recién nacido tuvo convulsiones en el grupo tratado con aceite de pescado, comparado con 12 muertes y cinco convulsiones en el grupo de control. Esto, para el equipo, "merece más investigación".
"Se redujo la tasa de partos prematuros", lo que disminuyó las internaciones en terapia intensiva neonatal de los bebés del grupo tratado con aceite de pescado.
Simas señaló que las mujeres empezaron a tomar las cápsulas de aceite de pescado a partir de las 20 semanas de gestación y consideró que un inicio más temprano podría ayudar a prevenir la diabetes gestacional y la preeclampsia.
"Ambas (condiciones) están significativamente asociadas con la placenta, que comienza a crecer en los primeros momentos de la gestación", dijo Simas a Reuters Health.
Muchas mujeres toman los suplementos durante el embarazo con la idea de que el DHA refuerza el desarrollo cerebral de los bebés. Pero otro estudio de Makrides, publicado en el 2010 en Journal of the American Medical Association, no halló evidencia de ese beneficio.
Aun así, el aceite de pescado es seguro y tiene pocos efectos adversos, según dijo Simas. "Seguiría recomendando su uso", aseguró.
Fuente: The American Journal of Clinical Nutrition, online 2 de mayo del 2012
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