- El 50% de los músicos presenta algún problema de audición.
- La causa está en una prolongada exposición a sonidos muy altos.
- Phil Collins, Sting o Neil Young sufren alteraciones auditivas.
- El público que asiste a conciertos puede tener problemas pasajeros.
Según esta entidad, creada por GAES, Mutua Intercomarcal, Prevint y la Escuela Superior de Música de Cataluña, considera que estos datos no resultan extraños si se tiene en cuenta que la mayoría de estos profesionales están expuestos entre 2,5 y 8 horas diarias a sonidos entre los 80 y los 100 decibelios (dB), niveles que superan los aceptables para la salud humana y que pueden perjudicar los oídos.
Son muchos los músicos que han reconocido padecer problemas de audición a causa de no haber tomado las precauciones adecuadas para proteger sus oídos a lo largo de su carrera, tales como Pete Townshend, guitarrista del grupo británico 'The Who', Phil Collins, Sting o Neil Young. Ellos sufren problemas de audición por la sobreexposición que han tenido sus oídos en conciertos o ensayos.
Esta situación, según este Observatorio, ha hecho que en los últimos años aumente la concienciación respecto a esta problemática. Por ejemplo, recientemente, el grupo Radiohead promocionó el uso de tapones en sus conciertos después de que uno de los bajistas del grupo sufriera una pérdida auditiva durante una de las actuaciones de la banda.
Además de pérdida auditiva, el estudio refleja que un 25% de músicos desarrollan otro tipo de trastornos en el oído. Los más frecuentes son lahiperacusia, una intolerancia a sonidos habituales que se perciben muy altos e incluso dolorosos, los acúfenos, unos molestos pitidos en los oídos, o la diploacusia, una distorsión de la frecuencia o la altura del sonido percibiendo un mismo tono de forma diferente en cada oído.
Medidas que recomiendan los expertos
Para evitar esto, los expertos recomiendan tomar algunas medidas. Es la mejor prevención que pueden ejercer los músicos para conservar en perfectas condiciones su capacidad auditiva.
Sin embargo, el Estudio del Observatorio de Prevención Auditiva para los Músicos pone de manifiesto que sólo 1 de cada 4 músicos utiliza tapones para los oídos u otro tipo de protección, pese a que esto puede reducir el ruido entre 15 y 30 dB, además existen protecciones especiales para músicos que atenúan el impacto sonoro permitiendo una audición muy precisa en todas las frecuencias.
"Los avances tecnológicos en esta área de la audiología han permitido crear protecciones muy sofisticadas que atenúan aquellos sonidos que puedan ser agresivos para nuestros oídos y a la vez permitir una audición nítida del resto de frecuencias" explica Mery Reina, especialista en protección auditiva de GAES.
Sin embargo, el Estudio del Observatorio de Prevención Auditiva para los Músicos pone de manifiesto que sólo 1 de cada 4 músicos utiliza tapones para los oídos u otro tipo de protección, pese a que esto puede reducir el ruido entre 15 y 30 dB, además existen protecciones especiales para músicos que atenúan el impacto sonoro permitiendo una audición muy precisa en todas las frecuencias.
"Los avances tecnológicos en esta área de la audiología han permitido crear protecciones muy sofisticadas que atenúan aquellos sonidos que puedan ser agresivos para nuestros oídos y a la vez permitir una audición nítida del resto de frecuencias" explica Mery Reina, especialista en protección auditiva de GAES.
Problemas auditivos también en el público
Por otro lado, según los datos de otro estudio dirigido por M. Jennifer Derebery, doctora del House Clinic y del House Research Institute, el 72% de los adolescentes experimenta una reducción en su audición después de asistir a un concierto de música pop. Pero estos datos, publicados en la revista americana 'Otology & Neurotology', son solo si se superan los 85 decibelios.
La pérdida auditiva que se produce en este tipo de eventos no causa daños permanentes y habitualmente desaparece pasadas unas 16 ó 48 horas siempre que no se superen los 85 decibelios.
Según las cifras de previsión de asistencia a los conciertos estivales que se organizan en España, el número de jóvenes afectados por este fenómeno superará el millón entre los distintos escenarios que, este año, comenzarán a sonar a partir del 21 de junio, Día Europeo de la Música.
"Los adolescentes tienen que entender que una sola exposición a ruidos intensos ya que con múltiples exposiciones a ruidos de más de 85 decibelios, las pequeñísimas células ciliadas pueden dejar de funcionar y ocasionar pérdida de audición permanente", advierte Derebery.
La pérdida auditiva que se produce en este tipo de eventos no causa daños permanentes y habitualmente desaparece pasadas unas 16 ó 48 horas siempre que no se superen los 85 decibelios.
Según las cifras de previsión de asistencia a los conciertos estivales que se organizan en España, el número de jóvenes afectados por este fenómeno superará el millón entre los distintos escenarios que, este año, comenzarán a sonar a partir del 21 de junio, Día Europeo de la Música.
"Los adolescentes tienen que entender que una sola exposición a ruidos intensos ya que con múltiples exposiciones a ruidos de más de 85 decibelios, las pequeñísimas células ciliadas pueden dejar de funcionar y ocasionar pérdida de audición permanente", advierte Derebery.
El 53,6% dice no oír igual que antes
En el estudio participaron 30 adolescentes que estuvieron sentados frente al escenario entre las filas 15 y 18 durante un concierto de música pop y a los que se les animó a que utilizaran tapones de espuma. Solo tres adolescentes decidieron utilizarlos. Se tomaron 1.645 mediciones durante las 26 canciones interpretadas registrándose intensidades entre 82 y los 110 dB, con un promedio de 98,5 dB, lo que significa que el nivel superó los 100 dB.
El resultado fue: el 53,6% de los jóvenes reconoció que no creían oír igual que antes y el 25% informó de que experimentaban acúfenos o zumbidos en los oídos que no tenían antes del concierto.
Por todos estos motivos, los expertos recomiendan a los jóvenes que se alejen de la fuente sonora, se protejan los oídos, utilicen los reproductores con auriculares a un volumen tal que no pueda oír la persona que esté junto al usuario.
En el estudio participaron 30 adolescentes que estuvieron sentados frente al escenario entre las filas 15 y 18 durante un concierto de música pop y a los que se les animó a que utilizaran tapones de espuma. Solo tres adolescentes decidieron utilizarlos. Se tomaron 1.645 mediciones durante las 26 canciones interpretadas registrándose intensidades entre 82 y los 110 dB, con un promedio de 98,5 dB, lo que significa que el nivel superó los 100 dB.
El resultado fue: el 53,6% de los jóvenes reconoció que no creían oír igual que antes y el 25% informó de que experimentaban acúfenos o zumbidos en los oídos que no tenían antes del concierto.
Por todos estos motivos, los expertos recomiendan a los jóvenes que se alejen de la fuente sonora, se protejan los oídos, utilicen los reproductores con auriculares a un volumen tal que no pueda oír la persona que esté junto al usuario.
Fuente: elmundo.es
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