Esta revisión de la evidencia disponible sobre la pesquisa del abuso doméstico es el primer paso para que la Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF por su sigla en inglés) redacte nuevas recomendaciones. El estudio lo realizó un equipo de Oregon Health & Science University, Portland.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés), tres de cada 10 mujeres estadounidenses fueron víctimas de violación, hostigamiento o violencia física por parte de sus parejas.
Otros estudios sugieren que la mitad de las mujeres sufrirían de agresión psicológica de sus parejas en algún momento de sus vidas.
En la nueva revisión, los autores determinaron que los efectos negativos que podría tener la pesquisa médica, como la incomodidad o la depresión de las mujeres, son mínimos, mientras que los beneficios potenciales incluyen la identificación de hechos actuales o pasados de violencia doméstica para poder derivar a las víctimas a los especialistas adecuados.
"Con solo realizar unas pocas preguntas, la paciente recibe el mensaje de que hay algo que tiene que conversar con el médico", dijo la doctora Heidi Nelson, autora principal del estudio.
Y hablar sobre este tema sería lo más importante, independientemente de cómo se aborde, según opinó Ping-Hsin Chen, de University of Medicine & Dentistry of New Jersey, en Newark.
El equipo de Nelson halló que seis de las herramientas utilizadas en estudios previos eran "altamente precisas" para identificar a las mujeres víctimas de violencia doméstica, según lo publicado en Annals of Internal Medicine.
La mayoría de esas herramientas incluyen unas pocas preguntas en un cuestionario impreso o dentro de la conversación médico-paciente, como: "El último año, ¿le tuvo miedo a su pareja?".
Algunos estudios, aunque no todos, habían sugerido que el asesoramiento a cargo de asistentes sociales, psicólogos o mentores ayudaba a las mujeres a evitar padecer nuevos actos violentos.
Nelson comentó que las recomendaciones de la USPSTF se publicarán pronto. Las últimas disponibles, del 2004, señalan que no existe suficiente evidencia como para recomendar o no el uso de la pesquisa de signos de violencia doméstica en mujeres sin síntomas.
Chen señaló que, según su experiencia, muchos médicos aprenden cómo indagar los signos de violencia doméstica, pero no todos saben qué hacer si los identifican para poder evitar nuevos actos de abuso.
"Lo más importante es conversar con las mujeres sobre un plan de seguridad", dijo. "Durante el embarazo, especialmente, (pues) no podrían dejar a sus parejas" o su estado mental no les permitiría hacerlo, agregó.
Nelson coincidió en que la respuesta más adecuada del médico de atención primaria o de un asistente social debería ser personalizada y según la situación que vive cada mujer.
Fuente: Annals of Internal Medicine, online 7 de mayo del 2012.
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