Lo hizo para concientizar sobre este tipo de afecciones. La cirugía tuvo miles de seguidores.
Con los pies en el quirófano y la cabeza en las redes sociales. Ayer y por primera vez en el mundo, un equipo de neurocirujanos de los Estados Unidos llevó a cabo la extracción de un tumor del cerebro a una paciente de 21 años y simultáneamente se ocupó de contar los detalles por Twitter y otras redes sociales que funcionan en Internet.
La cirugía se realizó en el Centro Médico de Texas Memorial Hermann, en Houston. El líder de la operación fue Dong Kim, quien argumentó que lo hacía con la idea de desmitificar el proceso de la cirugía de cerebro para la gente común. Una suerte de “educación para el público” por medio de las redes sociales.
No es la primera vez que la misma institución médica usa las redes sociales para difundir sus prácticas. En febrero, ya había trasmitido una cirugía del corazón a cielo abierto en un paciente de 57 años por medio de la red Twitter. Esa cirugía fue vista 125 millones de veces.
Ahora, se sumó la primera cirugía de un tumor benigno del cerebro que se llama un angioma cavernoso. Un hecho que también fue una gran operación de marketing para el hospital (que es privado, tiene 20.000 empleados y su cuenta en Twitter es @houstonhospital).
Públicamente, el cirujano Kim había expresado que la trasmisión vía Twitter se iba a desarrollar para “educar al público en general sobre tumores cerebrales y llevarlo al quirófano para ver qué pasa durante la cirugía. Alguien que tiene algún ser querido que puede estar evaluando un procedimiento similar y quizá puede conseguir alguna información a través del “Twittercast” que puede ayudarlos a tomar una decisión sobre si la cirugía es la opción correcta para ellos”.
La cirugía se hizo por la mañana en una joven que había tenido convulsiones un mes atrás y que había dado su consentimiento para que su imagen fuera difundida por Internet. Al hacerle estudios de su cerebro, se había identificado el angioma cavernoso, que consiste en una malformación vascular hereditaria. Utilizaron una tecnología similar al GPS de los autos para precisar la localización del tumor.
Uno de los cirujanos Scott Shepard fue el que se encargó de responder las preguntas y los comentarios de los seguidores en Twitter. “¿Se curará la paciente?” preguntó uno. “Se curará de sus convulsiones porque el tumor se remueve”, contestó el especialista. También contó que la paciente se despertó 15 minutos después de la cirugía.
“Tuvimos una linda conversación y ella luce bien”, escribió el cirujano principal Kim en Twitter. Además, su equipo usó otras redes: colgó imágenes en la red Pinterest, videos en YouTube y compiló información en Storify.
¿Puede ser un adelanto beneficioso la trasmisión por Twitter de una cirugía para la extracción de un tumor? El especialista en tumores infantiles Diego Rosso, del Hospital Garrahan de Argentina, consideró que “la transmisión masiva de cirugías en redes sociales puede prestarse a cierto sensacionalismo. Creo que los profesionales no debemos perder de vista la buena relación entre los médicos y los pacientes”.
En cambio, el director del Instituto Nacional del Cáncer, Roberto Pradier, opinó: “Si bien a nadie le resulta atractivo que le practiquen una cirugía en el órgano que sirve para pensar, creo que el uso de las redes sociales puede ser útil para la gente, siempre que se cuente con el consentimiento del paciente que se presta a la trasmisión de su imagen. Todo lo que sea dar más información es bueno”.
No es la primera vez que la misma institución médica usa las redes sociales para difundir sus prácticas. En febrero, ya había trasmitido una cirugía del corazón a cielo abierto en un paciente de 57 años por medio de la red Twitter. Esa cirugía fue vista 125 millones de veces.
Ahora, se sumó la primera cirugía de un tumor benigno del cerebro que se llama un angioma cavernoso. Un hecho que también fue una gran operación de marketing para el hospital (que es privado, tiene 20.000 empleados y su cuenta en Twitter es @houstonhospital).
Públicamente, el cirujano Kim había expresado que la trasmisión vía Twitter se iba a desarrollar para “educar al público en general sobre tumores cerebrales y llevarlo al quirófano para ver qué pasa durante la cirugía. Alguien que tiene algún ser querido que puede estar evaluando un procedimiento similar y quizá puede conseguir alguna información a través del “Twittercast” que puede ayudarlos a tomar una decisión sobre si la cirugía es la opción correcta para ellos”.
La cirugía se hizo por la mañana en una joven que había tenido convulsiones un mes atrás y que había dado su consentimiento para que su imagen fuera difundida por Internet. Al hacerle estudios de su cerebro, se había identificado el angioma cavernoso, que consiste en una malformación vascular hereditaria. Utilizaron una tecnología similar al GPS de los autos para precisar la localización del tumor.
Uno de los cirujanos Scott Shepard fue el que se encargó de responder las preguntas y los comentarios de los seguidores en Twitter. “¿Se curará la paciente?” preguntó uno. “Se curará de sus convulsiones porque el tumor se remueve”, contestó el especialista. También contó que la paciente se despertó 15 minutos después de la cirugía.
“Tuvimos una linda conversación y ella luce bien”, escribió el cirujano principal Kim en Twitter. Además, su equipo usó otras redes: colgó imágenes en la red Pinterest, videos en YouTube y compiló información en Storify.
¿Puede ser un adelanto beneficioso la trasmisión por Twitter de una cirugía para la extracción de un tumor? El especialista en tumores infantiles Diego Rosso, del Hospital Garrahan de Argentina, consideró que “la transmisión masiva de cirugías en redes sociales puede prestarse a cierto sensacionalismo. Creo que los profesionales no debemos perder de vista la buena relación entre los médicos y los pacientes”.
En cambio, el director del Instituto Nacional del Cáncer, Roberto Pradier, opinó: “Si bien a nadie le resulta atractivo que le practiquen una cirugía en el órgano que sirve para pensar, creo que el uso de las redes sociales puede ser útil para la gente, siempre que se cuente con el consentimiento del paciente que se presta a la trasmisión de su imagen. Todo lo que sea dar más información es bueno”.
Fuente: clarín.com
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