Fue uno de los momentos más convocantes y emotivos del exitoso encuentro desarrollado durante tres días en Tucumán.
Fue la mesa panel más alegre y divertida. Siete jóvenes con síndrome de Down -de distintas provincias- compartieron con un multitudinario auditorio sus experiencias y logros educativos y laborales, Hasta se animaron a hablar de sus amores, de sus deseos de conformar una familia. Lo hicieron con la frescura, la espontaneidad y la franqueza que los caracteriza, coordinados por Viviana Fernández de Scarso, periodista y profesora de Educación Diferencial.
Conformaron el panel José María Dall Armellina, de General Roca, Río Negro; Lucía Recchia Galetto, de Gualeguaychú, Entre Ríos, Juliana Riva, de Rosario, Santa Fe; Ana Laura Cali, de Río Colorado, Río Negro; y los tucumanos Alberto Apestey,Luciana Karina Cardona yPaola Succar. Viviana los invitó a presentarse en forma individual
Apoyados por el Power Point de fotos que preparó cada uno, contaron sus historias y dejaron pasmado al público. Ana Laura, de 22 años, técnica en Guía de Turismo, fue precisa. "Mi título es terciario y me especialicé en la zona atlántica patagónica... Me costó mucho llegar al final, pero lo logré con esfuerzo. Trabajé tres meses en Informes Turísticos de la municipalidad, pero después de las elecciones me dejaron sin trabajo... Hablé con el gobernador (Alberto Weretilneck) y estoy a la espera de una respuesta concreta..." Un cerrado aplauso y vivas fueron signo de admiración y respeto por esta joven a la que, además, le gustan el fútbol, la lectura y sacar fotos. Además, estudia Teatro. "Tuve un papel secundario en el Conventillo de la Paloma", contó. Más aplausos.
A carcajadas limpias
Juliana, de 20 años, no paró de reirse. Es técnica superior en Artes Visuales, estudia Diseño Gráfico, practica hockey, baila folclore y concurre a un taller de artes. "En esta foto estoy con mi novio Agustín Bianchi, de 30 años, los dos competimos en natación en las IX Olimpíadas Especiales... Nos vamos a casar en abril de 2015..." El auditorio estalló de nuevo en aplausos. "¡Basta! ¡Dejen de aplaudirme tanto que tengo 1.500 fotos para mostrarles...!", reclamó a las carcajadas y contagió a todo el mundo. "Les voy a mostrar mi fiesta de 15 años. ¡Qué patadura es mi papá!, no sabe bailar y yo me bailé todo..." Carcajadas por doquier.
Muy sereno, José María -de impecable traje a rayas, camisa negra y corbata colorada- salió al cruce y contó que integra el equipo oficial de natación del club de su ciudad. "Gané el primer premio en 100 metros, cuatro estilos, y en 50 metros estilo mariposa, y obtuve el cinturón amarillo en taekwon-do. Trabajo como administrativo en UNTER (gremio docente) y gano por mes $ 6.236", precisó. Los oyentes lo aplaudieron a rabiar. Hasta le gritaron "ídolo".
Le tocó el turno a Lucía, la más tímida del grupo. "Les quiero contar que soy secretaria ejecutiva, pinto y voy a exponer 10 obras en Gualeguaychú... Bailo batucada, danzas brasileñas y me estoy preparando para participar en el Carnaval de 2013". La vitorearon y alguien del público preguntó; ¿estás de novia? Ella respondió: "sí, se llama Manuel Rodríguez, tiene 21 años y trabaja con su papá en un taller..." "¡Qué macana, che...!", retrucó el galán anónimo.
Orgullos tucumanos
El tucumano Carlos Alberto Apestey no se quedó atrás. "Trabajé 15 años en el programa Proposiciones, de radio Universidad. Practico taekwon-do, soy 4° dan y ayudante de mi maestro, Carlos Centeno. Dejé el colegio porque amo entrenar. Soy el único cinturón negro de Latinoamérica... Por ahora, no tengo novia...", anunció. El salón San Martín del Catalinas Park Hotel tronó por enésima vez.
Paola Succar demostró que también lleva una vida digna de ser imitada. Contó que se graduó de técnica en Pintura en la Escuela de Artes de la UNT, aprendió lenguaje de señas y trabaja ad-honorem como guía voluntaria en el Museo de Arqueología de la Facultad de Ciencias Naturales (participó y colaboró en las dos últimas ediciones de la Noche de los Museos). Además cursa el profesorado de Artes y Danzas en la Escuela Superior de Enseñanza Artística de la Provincia. "Mis actividades me insumen mucho tiempo: arranco a la mañana y termino cerca de las 11 de la noche", comentó. Su currícula causó admiración y fue muy comentada en la platea.
Otra tucumana que generó elogios fue Luciana Cardona, de 24 años. Aprendió a tocar el violín y la guitarra con el método Suzuki. Habló poco, porque ya había demostrado sus habilidades musicales el día anterior. El público la ovacionó de pie.
Fuente: lagaceta.com.ar
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