Los doctores del Hospital Bambino Gesu de Roma dijeron que la operación se realizó el mes pasado y que se hizo pública esta semana. El bebé, cuya identidad se preservó, fue mantenido con vida durante 13 días antes del trasplante y actualmente evoluciona bien.
El niño padecía una miocardiopatía dilatada, una enfermedad del músculo del cardíaco que normalmente genera el achicamiento o agrandamiento de las fibras del corazón. La condición debilita el corazón gradualmente, deteniendo su capacidad de bombear sangre de forma efectiva.
"Esto es un hito", dijo a Reuters Televisión el cirujano Antonio Amodeo, quien agregó que aunque el dispositivo actualmente se utiliza como puente hasta la llegada del trasplante, en el futuro podría ser una solución permanente.
Antes del implante, el bebé también tenía una infección grave alrededor de la bomba mecánica que se le había colocado previamente para respaldar la función de su corazón natural.
"Desde el punto de vista quirúrgico, esto no fue realmente difícil. La única dificultad que enfrentábamos era que el niño había sido operado muchas veces antes", dijo el experto.
La pequeña bomba de titanio pesa apenas 11 gramos y puede manejar un flujo de sangre de 1,5 litros por minuto. Un corazón artificial para adultos pesa 900 gramos.
Amodeo indicó que el bebé se había vuelto parte de la familia y que el equipo quería hacer todo para ayudarlo.
"El paciente estaba en nuestra unidad de cuidados intensivos desde el mes de vida (...) Era uno de nosotros", dijo el médico.
"Cada día, cada hora, durante más de un año, estuvo con nosotros. Por eso, cuando tuvimos el problema no pudimos hacer menos que lo mejor", agregó.
Los doctores indicaron que el dispositivo, inventado por el médico estadounidense Robert Jarvik, anteriormente sólo había sido probado en animales.
El hospital necesitó un permiso especial de Jarvik y del Ministerio de Salud italiano antes de avanzar con el procedimiento.
El niño padecía una miocardiopatía dilatada, una enfermedad del músculo del cardíaco que normalmente genera el achicamiento o agrandamiento de las fibras del corazón. La condición debilita el corazón gradualmente, deteniendo su capacidad de bombear sangre de forma efectiva.
"Esto es un hito", dijo a Reuters Televisión el cirujano Antonio Amodeo, quien agregó que aunque el dispositivo actualmente se utiliza como puente hasta la llegada del trasplante, en el futuro podría ser una solución permanente.
Antes del implante, el bebé también tenía una infección grave alrededor de la bomba mecánica que se le había colocado previamente para respaldar la función de su corazón natural.
"Desde el punto de vista quirúrgico, esto no fue realmente difícil. La única dificultad que enfrentábamos era que el niño había sido operado muchas veces antes", dijo el experto.
La pequeña bomba de titanio pesa apenas 11 gramos y puede manejar un flujo de sangre de 1,5 litros por minuto. Un corazón artificial para adultos pesa 900 gramos.
Amodeo indicó que el bebé se había vuelto parte de la familia y que el equipo quería hacer todo para ayudarlo.
"El paciente estaba en nuestra unidad de cuidados intensivos desde el mes de vida (...) Era uno de nosotros", dijo el médico.
"Cada día, cada hora, durante más de un año, estuvo con nosotros. Por eso, cuando tuvimos el problema no pudimos hacer menos que lo mejor", agregó.
Los doctores indicaron que el dispositivo, inventado por el médico estadounidense Robert Jarvik, anteriormente sólo había sido probado en animales.
El hospital necesitó un permiso especial de Jarvik y del Ministerio de Salud italiano antes de avanzar con el procedimiento.
Fuente: Reuters Health
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